martes, 10 de noviembre de 2009

November Rain, Guns N' Roses, 1992


Los heavys (ya sabéis, jevis según el diccionario planense) más acérrimos suelen dar siempre una opinión bastante ortodoxa -integrista- respecto a las baladas: las mejores son obra de grupos hard. Según esta corriente de pensamiento, como el heavy -jevi- es el rock más auténtico, sus baladas son las más auténticas.

Con el debido respeto y sin ánimo de ofender a los apasionados del metal, esta conexión "jevis duros-baladistas de alma" es una gilipollez bastante monumental. Por lo visto, canciones como Without You, de Harry Nilsson, o Hey Jude, de The Beatles, deben de ser temillas lentos por falta de ganas del batería. Tal postura se comprende sólo en base a dos realidades: la primera, y que sostiene la línea búnker de estos protectores de la esencia del rock, es la apuntada más arriba, una especie de sensibilidad espiritual que, por lo visto, aporta el gusto por las guitarras más estridentes.

La segunda realidad que sostiene la anterior conexión tiene, a mi juicio, bastante más sentido común: los grupos de heavy metal atesoran algunas de las mejores baladas de la historia del rock, ciertamente. A menudo les imprimen un toque épico que las hacen especialmente emotivas -es el caso de la Píldora de hoy- pero tienen el riesgo de que, si no se controlan, pueden convertirse en sacarina tatuada con calaveras.

La canción de hoy, a pesar de algunos excesos de este tipo en el video clip -por cierto, uno de los más caros de la historia del rock- es una obra maestra del compás lento, especialmente en su poderosa coda final, de las mejores que nunca he escuchado y que incluye un espectacular solo del guitarrista Slash. A principios de los noventa se convirtió en muchos pubs en una auténtica rompepistas lenta tanto en su versión más corta como en la principal, que es la que hoy tenemos, y que dura casi nueve minutos.

Ah, un chisme: la boda del vídeo, entre Axel Rose y la modelo Stephanie Seymour, tenía cierta parte de verdad. Ambos eran entonces pareja. Y, por cierto, que alguien me diga de qué muere ella, porque he visto el vídeo veinte veces, y no hay manera...

Guns N' Roses – November Rain (por Spotify)




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Niego la mayor. El jevi no es el rock más auténtico. Ese título, a lo sumo, lo podría reclamar Bill Haley y toda la pléyade de gente de su época, Chuck Berry incluido, el primer Elvis, etc. Para entendernos, la explosión que tuvo lugar en EEUU a mediados de los 50 y que no llegó ni a los 60. La citada corriente de pensamiento es más cerril que Acebes y Ansar juntos, que ya es decir.
    El jevi no deja de ser una evolución del hard rock de finales de los 60, representado por gente como Deep Purple o Led Zeppelin, una evolución que en ocasiones alcanza ribetes esperpénticos (puro ruido, vaya). Como las diferentes partes de Viernes 13 o Halloween, algunos casos son ejemplos de lamentable degeneración musical.

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  2. Sí señor, estoy de acuerdo contigo. Sin embargo, explícale tú eso a dos o tres individuos del búnker jevi que conozco: les he oido calificar de "moñas" a algunas de las guitarras más célebres del siglo XX, díganse Clapton o May. Acohonante, quiyo.

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