jueves, 3 de junio de 2010

I'm a Believer, The Monkees, 1966


Pop puro y duro, sin pretensiones de ninguna clase. Esa era, precisamente, la tarjeta de presentación de The Monkees, una de las formaciones más célebres de la segunda mitad de los sesenta. Eso sí, se trataba de una tarjeta de presentación un tanto forzosa... ¡y qué remedio les quedaba!

Porque los cuatro miembros de esta formación norteamericana fueron los primeros en ser formados directamente como -no exagero- subproducto de la industria televisiva de aquel país. Aprovechando el tirón de las películas beatle A Hard Day's Night y Help!, la todopoderosa cadena NBC realizó un casting para un programa de humor juvenil protagonizado por un grupo ficticio, llamado, precisamente, The Monkees.

De hecho, no buscaban músicos (por ejemplo, Stephen Stills, luego superestrella folk-rock, fue rechazado en las audiciones) sinó poco más que simpáticos maniquíes. Al final, de los cuatro seleccionados, sólo uno, Michael Nesmith, era músico. Por supuesto, se trataba de un detalle sin importancia: las canciones serían grabadas por músicos profesionales.

Pero que nadie se lleve a error: en absoluto puede decirse que sus principales éxitos fueran temas de escasa calidad. De hecho, dentro de un estilo pop se trataba de temas, por lo general, mucho más que aceptables. La causa de ello estaba, en buena parte, en el uso que se hizo también de compositores profesionales, algunos de ellos de renombre: Carole King, Neil Sedaka (¿os suena aquella balada añeja que era Oh! Carol?) o Neil Diamond, que entre otros temas, les compuso el que hoy traemos a las Píldoras, y que posiblemente os recuerde algo a cierto asno de peli de ogros...

Como era de esperar, la historia no acabó demasiado bien. Aquellos cuatro muchachos aprendieron algo de música, y acabaron pidiendo -y obteniendo- interpretar directamente los temas, algunos de los cuales ya eran propios. Para sorpresa de la discográfica (no de los fans, que vivían todavía en la ficción anterior) la cosa funcionó, y muy bien. Pero, ¡ay! los tiempos habían cambiado en apenas unos meses. La causa era un tal Sargento Pimienta con el que The Beatles cambiaron para siempre la faz de la música rock. De un portazo, y justo cuando empezaban a manifestarse con suficiencia, The Monkees habían pasado a la historia.

¿A que tras conocer esta historia, lo de los triunfitos suena casi a coña?

The Monkees – I'm A Believer (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

7 comentarios:

  1. No he entendido muy bien lo del casting... Si no querían músicos, sino chicos guapos y que dieran bien a cámara... ¿Por qué acabaron seleccionando a estos 4?

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  2. Lo que pasa Mercè es que estos mendas debian tener más enchufes que una nuclear. Es el despiporre ver el vidio, el enano de la pandereta que es clavao al de Un hombre en casa, que aluego hizo El nido de Robin. Oye Mercè, Ines y Ramon no serán tu hija y tu marido ¿verdá? Mira que yo no quiero líos con casadas que aluego tó son problemas, te lo digo yo. Ahí en seguidores te has puesto una foto tuya de cuando tenías siete anos pero de espaldas. ¿Porqué Mercè, es que eres feílla? No te preocupes por eso, yo soy de buen conformar aunque sea guapo de cohones, soy un cruce entre James Mason y Denis Quaid. A las tías las vuelvo locas na mas verme llegar y ya cuando me oyen hablar es que se cagan directamente. ¡Adios maja!
    ¡Y alos colegas también, hombre!

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  3. Es que los Monkees no eran nada del otro mundo como se puede apreciar en el vídeo, pero tuvieron unos cuantos hits que no estaban nada mal. De hecho,como tú muy bien has dicho, Francisco javier, tuvieron buenos compositores además de Neil Diamond el de la píldora. Por cierto, que este señor que componía de narices y cantaba más que bien, era también blanco de muchas críticas por blandito o yo qué sé. Vamos, que decir en ciertos ambientes que te gustaba Diamond, te ponía a la altura de un fan de Barry Manilow.
    ¡Saludos,foro!

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  4. Juan José Soriano5 de junio de 2010, 0:45

    Unos cuantos comentarios...

    ¡Carole King! Por favor, Tapestry es uno de los mejores LP de la historia de la música pop. Quizás demasiado folkie para algunos paladares.

    De los Monkees, este es su hit de hits. Pero yo prefiero (por preferir algo) Daydream believer, pese al patético video oficial. A todas estas, mucho mejor el cover que Smash mouth hicieron de esta canción para Shrek.

    Tudela, macho, contente. Que nos pones a todos en un compromiso. ¿James Mason en Julio César o en North by Northwest?

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  5. Más bien buscaban a cuatro simpaticotes sin demasiadas manías por hacer payasadas en la tele, siempre bajo el tamiz de buenos chicos. Porque, ciertamente, guapos no eran y, encima, ni eran músicos, aunque lo acabarían siendo. ¡Ciertamente, el de la pandereta se asemeja más a un bufón medieval que a una estrella pop!

    Efectivamente, existe una gran diferencia entre Neil Diamond y Barry Manilow, pero es inevitable desde la distancia (temporal y musical) verlos asociados, muy posiblemente en su caso por culpa de sus excesos estéticos setenteros. Un estigma parecido de "blandos" lo han tenido otros grandes compositores como es el caso, por ejemplo, de Burt Bacharach.

    Muy diferente es el caso de Carole King, cuya reputación siempre fue muy superior en todos los ambientes musicales, y muy bien merecida, por supuesto. No sólo no diré que "Tapestry" no me gusta, si no que ¡hasta lo tengo en vinilo desde los 17 o 18 años! ¡"Beautiful" es una de mis canciones favoritas al 200%! Escuchadla una mañana cualquiera, y veréis el resto del día de otra manera...

    Personalmente, también prefiero, hit por hit, a "Daydream Believer", compuesta también por Neil Diamond (por lo visto, la cosa iba de creer mucho). El problema es que el vídeo oficial, además de simplón a no poder más con todos haciendo el tonto en el piano, incluía una remasterización del tema -hasta ahí, bien- en el que alguien se tomó la licencia de sustituir la pista de la batería por otra más moderna. Y la metió, pero bien metida. Hasta el corvejón, que dirían en mi Córdoba ancestral.

    Ah, para acabar, servicio de traducción pildorero gratuito: el compadre Juanjo se refiere con "North by Northwest" al clásico "Con la muerte en los talones". De nada.

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  6. ¡Gracias macho por la tradución, que no ma habia enterao de la pelicula! Con la muerte en los tobillos si que la conozco. Amigo Soriano, pues es el caso que siempre me han dicho que recordaba al Mason de Pandora y el irlandes errante, aunque yo ahora casi me veo mas como el de Lolita de Kubri. Lo que pasa que hay gente que ve en mí al Dennis Quaid y al Pat Metheny que sus fijais son clavaos.
    ¡Bueno gente, me voy pal taxis!

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