domingo, 3 de octubre de 2010

Canto a la libertad, José Antonio Labordeta, 1975


A pesar de que el tema de hoy comparte totalmente tiempo y espacio con el de ayer, aquél Getsemaní de Camilo Sesto, son la cara y la cruz de una misma moneda, la cambiante España de mediados de los setenta. Si en el tema de ayer la belleza era física, procedente de una estructura melódica magnífica y de una interpretación insuperable, en el de hoy dicha belleza es de una naturaleza radicalmente diferente.

Porque no hay que engañarse: el Canto a la libertad de Labordeta es un tema tosco, diríase que incluso basto, de una sofisticación mínima. Sin embargo, su potencia radica en su letra, una letra en la que se apela al poder de las personas como individuos y como sociedad para pedir nada más y nada menos que la libertad. Temas como Getsemaní podrían ser creados aún hoy en día: temas como el Canto a la libertad, desgraciadamente, me temo que no.

Debo decir que la sugerencia de incluir a Labordeta me vino de manos de un gran amigo, Ramón, de esos que confirman la excepción a la regla de que en el trabajo se crean buenos compañeros, pero poco más. De origen aragonés como el protagonista de la Píldora de hoy, su sugerencia vino acompañada en el mismo e-mail por otra petición de esas que confirman que para él los mensajes de Labordeta (al que llegó a entrevistar en una ocasión, por cierto) son algo más que una mera manifestación retórica.

Básicamente, una persona conocida suya había quedado, como tantas otras en estos tiempos, en el dique seco y pensó que podía echar una mano si sus amistades, sabedoras del problema, podían aportar alguna solución al mismo. Detalles como éste son los que apuntan la buena pasta de una persona, sin ambages. Por desgracia, Ramón sobreestimó mi capacidad para solventar en breve el problema de su conocida, pero que no dude que, en todo lo que pueda, lo intentaré sine die.

Porque, en realidad, son estas cadenas de favores -desinteresados-, estas manifestaciones de solidaridad, las mismas que están tras el mensaje de canciones como las que hacía Labordeta. Y que ya no hace prácticamente nadie.

José Antonio Labordeta – Canto a la libertad (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. se me pone la gallina de piel

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  2. Je, je... me alegro de haber provocado algo así con un humilde post. Labordeta no era un gran intérprete desde un punto de vista estrictamente musical (algo parecido le pasaba a gente como Brassens, por ejemplo), pero sabía como conectar hasta lo más emotivo y concienciado del españolito de a pie, tanto a título individual como colectivo. Un maestro.

    Recibe un abrazo.

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