jueves, 24 de febrero de 2011

Rat Trap, The Boomtown Rats, 1978


Hay cosas que no puedo aguantar a la hora de expresar mi indignación. Viendo lo que está sucediendo en este mismo instante en Libia, uno no puede por menos que traer a la cabeza los días de la primavera de 1945, en los que un absolutamente desquiciado Hitler, en plena destrucción de Alemania y ya al mismo borde del colapso final, seguía pidiendo sangre a los suyos... y haciéndosela pagar.

Transcribo lo que publiqué ayer en mi muro de Facebook: 23-F: un gran día para denunciar a tiranos que bombardean a su pueblo. "Yo soy la gloria", dice el tipo, nada menos... un hijo de puta con todas las letras es lo que es. No me sale llamarlo de otra manera. Tras lo cual se abrió una consecuente batería de comentarios, por supuesto en el mismo sentido.

"Yo soy la gloria". Fijaos hasta qué punto puede ser de demente el ser humano, mientras todo se hunde a su alrededor. Y claro, ante la misma personificación de la gloria (Luis XIV sólo llegó a ser "Sol") todo lo demás queda en nada: así, es lógico acabar llamando "ratas" a sus conciudadanos (súbditos, en su caso) hartos de él. Apelativos a los que es no menos lógico sumar, ya puestos, los de "perros", "borrachos" y "drogadictos". 

Que nadie se sorprenda si este loco peligroso acaba (pronto) sus días como Mussolini o el más reciente Ceaucescu, esto es, fusilado y arrastrado por la masa. Un final muy poco digno de  un mártir (otro de los adjetivos que él mismo se da), por cierto.

Lo que nadie le niega es que Libia se ha convertido ya en una trampa para ratas: no las que el grandísimo hijo de puta éste dice, no. La trampa es para él mismo.


PS: por aquello de relajar el ambiente, y tratar algo de música, allá van un par de apuntes. Rat Trap, uno de los mejores temas de los Boomtown Rats de Bob Geldof, tuvo el honor de ser el primer número uno que un grupo new wave jamás consiguiera en el Reino Unido. Lo cual enlaza con el segundo apunte: si os fijáis en el clip, se comienza con el grupo esgrimiendo unas fotos de John Travolta y Olivia Newton-John...que rompen enseguida. Con ello, ponían de manifiesto que la canción había terminado con la dictadura (prometo que este giro del texto me ha quedado así por casualidad) de siete semanas en el número uno que había impuesto Summer Nights, uno de los temas más famosos de Grease.

Ah, y atención al saxofón de Geldof... la verdad es que el sujeto podía ser muy cargante en sus actuaciones, pero el detalle realmente es divertido... 



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. ¡Tranquilícese Alberca, que le veo con un jamacuco! Por suerte, siempre ha habido diferencias de clase entre dictadores. Fíjese en mí, yo no pasé a mejor vida matando, sino cristianamente, en mi camita. Rodeado del equipo médico habitual, ¡Ji, ji, ji, ji!

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  2. No, si al final, Excelencia, va usted a pasar como una muestra de la más sutil forma de mantenerse en el poder... hombre, cierto es que usted no usó aviones contra las manifestaciones. Ya lo hizo contra sus padres un tiempecillo antes, y para los años sesenta, la cosa ya le cogió a usted y a sus compadres con la tercera edad sobrevenida. La imaginación no les dio para mucho más que para antidisturbios en furgoneta y a caballo...

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