sábado, 31 de marzo de 2012

High In The Sky, Amen Corner, 1968


La verdad es que hoy estoy montando la Píldora con el tiempo justo... y se me ha ido de las manos. La causa es que no podía pensar que el tema de hoy, uno de los hits que se apuntaron los Amen Corner a finales de 1968, hubiera tenido tantos problemas logísticos...

Pero aquí está. Ciertamente, no acabaría teniendo el mismo recuerdo que su mayor éxito, aquella versión de Lucio Battisti que titularon (If Paradise Is) Half As Nice y que llegaría al número uno en febrero del 69, pero tampoco fue nada mal. High In The Sky, un alegre tema pop de aires soul, escaló hasta el sexto puesto de las listas británicas. 

De hecho, fue el segundo de los cuatro sencillos consecutivos con los que la banda galesa de Andy Fairweather Low se haría un espacio de referencia entre 1968 y 1969, justo antes de su disolución. Hay que decir que no fue un estrellato en vano: tras aquello, Fairweather se convirtió en uno de los músicos de referencia del mundillo rock, y trabajó como acompañante para gentes como Gerry Rafferty, The Who, Roger Waters o, especialmente Eric Clapton. 

Pero eso será una historia para otro día. Se me echa la hora encima, y me están picando a la puerta, así que, ¡hasta luego!

Amen Corner – High In The Sky  (por Spotify)


Letra de la Pídora.

Hasta la próxima.

viernes, 30 de marzo de 2012

Wild Thing, The Troggs, 1966


Por supuesto, la Píldora de hoy os es más que conocida, sea por las decenas de versiones que tiene, sea por las decenas de veces que ha salido en la tele y el cine, o sea simplemente por las decenas de ocasiones que ha sonado en la radio, de la mano de una formación británica que se había estrenado apenas unos meses antes de editarla: The Troggs. 

Entre las cada vez mayores florituras que competían por el número uno a medida que se cruzaba el ecuador de los años sesenta, se coló un tema que destacaba casi por lo contrario. Tosco, casi pedrestre -pero ojo, "casi"-, Wild Thing se convertiría en el mayor éxito de los Troggs, aunque no el único, ya que entre 1966 y 1967 atesorarían un buen número de canciones en el Top 5 de ambos lados del Atlántico. 

No se trataba de una pieza compuesta por el grupo. En realidad, se habían limitado a hacer una versión a partir de un original lanzado por primera vez en 1965 por una banda norteamericana llamada The Wild Ones. Como adivinaréis, la cosa pasó sin pena ni gloria, lo cual debió disgustar un tanto a su autor, Chip Taylor, que además de dedicarse a esto de la música -cotilleo al tanto- era hermano de John Voight y, por lo tanto... bingo, ¡el tío de Angelina Jolie!.

Pero volvemos a 1966. Como dato curioso, Wild Thing fue editado por dos sellos a la vez, Fontana y Atco, que compitieron en ventas entre sí. Efectivamente, se dio el caso de que una canción luchaba en los charts consigo misma, lo cual fue salomónicamente resuelto por el Billboard cuando, finalmente, alcanzó el número uno en Estados Unidos. Puesto que ambos sencillos partían del mismo máster (lógico) decidió sumar las ventas de las dos compañías, y a ambas les otorgó el honor de haber llegado arriba del todo. 

Ahora sí que el tío de la Jolie podía estar contento. A partir de ahí, la de royalties que le dio el tema de hoy sólo el lo sabe. Nosotros, como consuelo, nos quedamos con su música.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

jueves, 29 de marzo de 2012

miércoles, 28 de marzo de 2012

Blitzkrieg Bop, Ramones, 1976


En la historia del rock hay varios pasajes/alaridos que forman parte de su misma esencia. Y uno de los más célebres es, por supuesto, el "Hey ho, let's go!" con el que los Ramones abrían su propia carrera y, casi sin saberlo, la del punk. 

Ciertamente, como fenómeno -no sólo musical- el punk tendría su hogar principal en Gran Bretaña, pero para abril de 1976 la mayoría de las inminentes celebridades como los Sex Pistols o los Clash aún andaban de giras y conciertos más o menos locales. Por ejemplo, los Sex Pistols no lanzarían su primer sencillo hasta noviembre del 76, y los Clash tendrían que esperar hasta marzo del 77

Mientras tanto, los nuevos aires contra la por lo general aburrida escena musical de mediados de los setenta vendrían de Estados Unidos, aunque en seguida se haría evidente que su mayor éxito tendría que estar al otro lado del Atlántico. Porque aunque hoy pueda parecer casi inconcebible, Blitzkrieg Bop fue un fiasco en ventas, y ni siquiera entró en el Billboard. En el fondo, sería el destino de la inmensa mayoría de los singles de los Ramones. 

Blitzkrieg Bop hacía referencia en su título (y vagamente en su letra) a la guerra relámpago alemana, lo cual, junto a su sonido potentísimo y violento para la época, inmediatamente atrajo la atención de los más transgresores. Con todo, parece que la cosa pudo estar en realidad más dedicada al comportamiento salvaje de los primeros conciertos punk de la época que a las tácticas blindadas de la Wehrmacht.

Como fuera, ahí quedó para la posteridad. El clip da buena muestra de ello, en un concierto mítico en el Rainbow Theatre, el último día del muy punk año de 1977. Por supuesto, en Londres.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

martes, 27 de marzo de 2012

I'm Walkin', Ricky Nelson, 1957


Si alguno de vosotros está mínimamente versado en el rock de los cincuenta, seguramente se habrá extrañado un poco de la elección de hoy. Porque lo esperable, ya puestos, hubiera sido una de las dos cosas siguientes: o I'm Walkin' en la versión de su autor, el gran (gran) Fats Domino, o bien Ricky Nelson interpretando, por ejemplo, la mucho más recordada Hello, Mary Lou

Pero hay una causa para lo anterior, y tiene que ver con uno de los seguidores de este blog, mi buen amigo y viejo compañero de charlas (y Excels) en el trabajo Ángel, que en un intento de pillarme en algún cantante desconocido para quien escribe -que los hay a centenares- ha cogido a Ricky Nelson. ¡Lo que pasa es que quien ha interpretado el Hello, Mary Lou no puede ser terra incognita para alguien que creció escuchando Radio 80 Serie Oro! 

Con todo, sí que me ha sorprendido el tema elegido, del que me he tenido que documentar un poco ya que -esto sí- me era desconocido. I'm Walkin' fue el segundo gran hit de Nelson, lanzado en 1957. Como nota peculiar, apareció como cara B de su primer sencillo (en realidad un EP de cuatro canciones), que incluía también la mucho más recordada A Teenager's Romance

Se ha acostumbrado a meter a Ricky Nelson en el saco de aquellos maniquíes guaperas que se cargaron el rock and roll (aunque lo correcto sería decir que lo hicieron sus discográficas) con una serie de temas adolescentes tirando a veces para insulsos y hasta aptos para setentones de la época. Para hacer justicia, su historia es un poco distinta, ya que aunque sí que era un adolescente en 1957, llevaba años siendo una estrella juvenil de la radio y la televisión. De hecho, de ahí saltó casi por casualidad -y chulería- a la música, aunque llegó a aprender a tocar instrumentos y a componer sus canciones.

De todas maneras, hacia aquel mismo año, todavía tenía el aspecto de un chaval que se esforzaba en imitar a su ídolo Elvis, aunque ciertamente de una manera bastante soseras. Es más, da la sensación de que todo el mundo se lo estaba pasando bien menos el pobre Ricky. Y es que, como dice Ángel, no se atrevían a moverse, pero empezaba el rock. 

I'm Walkin' - Ricky Nelson (por Grooveshark)




Hasta la próxima.

lunes, 26 de marzo de 2012

Johnny Come Home, Fine Young Cannibals, 1985


Para el gran público español, los Fine Young Cannibals se asocian especialmente a la recta final de los ochenta, cuando She Drives Me Crazy o Good Thing se convirtieron en dos de las canciones más escuchadas del momento. 

Sin embargo, habría que remontarse a nada menos que 1985 para que se comenzara a hablar de ellos de manera notable, incluso más allá de las pistas de baile en las que sonaban sus primeros temas de forma no poco recurrente. De hecho, fueron otros de los afortunados que, en su momento, lanzaron su primer single y besaron el santo. 

Single que era -cómo no, sagaces pildoreros- este Johnny Come Home con el que se apuntaron su primer Top 10 en las islas británicas. Contaba la historia de un muchacho que se fugaba de casa, con la particularidad de hacerlo desde el doble punto de vista de él y de sus padres. 

Tras este sencillo, tardarían bastantes meses en igualar resultados en ventas, aunque no fue porque su vena creativa fuera más o menos irregular. El problema estribaba en que editaban poco, y entre disco y disco tardaban lo suyo. Es más, tras su primer álbum, esperaron cuatro años hasta el segundo, ahí es nada, aquel The Raw and the Cooked que todos conocimos. 

Desde luego, tenían bastante claro como crear expectativas. Afortunadamente, las cumplían. Que la disfrutéis.


Johnny Come Home (por Grooveshark)




Hasta la próxima.

sábado, 24 de marzo de 2012

Crazy In Love, Beyoncé, 2003


La primera vez que escuché Crazy In Love tuve claro que iba a ser uno de esos temas que iban a ir derechitos al número uno. No sólo porque recogía -esta vez con cierta gracia- la archisabida fórmula de soul y rap amable tan querida por la MTV, si no porque su toque retro con aquella potentísima sección de vientos se pegaba al coco de una forma casi obsesiva. 

De hecho, tiempo después descubrí que el toque retro efectivamente lo era, y vaya si lo era. Los vientos eran un sampleado del tema Are You My Woman (Tell Me So) editado en 1970 por los Chi-lites en el más puro soul psicodélico a lo Temptations. A pesar de que la canción de los Chi-lites era realmente una bomba, hay que admitir que Crazy In Love amplificó enormemente lo mejor de aquel viejo hit soul. 

El resultado fue devastador desde el punto de vista comercial. Crazy In Love se hizo ciertamente con el número uno absoluto en Estados Unidos y, ya de paso, en Gran Bretaña. Es más, donde no lo alcanzó, se quedó a las mismas puertas de hacerlo. Las ventas fueron millonarias y fue casi imposible no escucharlo varias veces al día durante el verano de 2003. Nada mal para un single de debut. 

Porque, hasta aquel momento, Beyoncé Knowles sólo era conocida por formar parte de las Destiny's Child, lo cual no era poco a tenor del enorme éxito del grupo a finales de los noventa y durante la primera mitad de los 2000. Tras el éxito en solitario de la norteamericana, en buena parte marcado por el tema de hoy, apenas se reunieron para grabar un último LP y disolverse en 2006. Por así decirlo, musicalmente se había creado una nueva diva para los años venideros. 

Y viendo el clip, menuda diva.

Crazy in Love (por Grooveshark)



Hasta la próxima.

viernes, 23 de marzo de 2012

Amazing, Aerosmith, 1993


A decir verdad, yo soy más de los Aerosmith macarras -eso sí, en su caso, estudiadamente macarras- que de los héroes baladistas que también fueron, especialmente a lo largo de unos años noventa marcados por el colofón de Armageddon

Sin embargo, hay que reconocer que algunas de sus piezas lentas estaban muy bien hechas. Es el caso de este Amazing, sobradamente conocido por todo el mundo. Si hacéis un poco de memoria, uno de los álbumes que más salían en la tele allá por 1993 era uno cuya portada era un primer plano de la ubre de una vaca, piercing incluido. Era Get A Grip, hasta el día de hoy el disco más vendido de la banda de Steve Tyler y Joe Perry. 

Del LP se lanzaron hasta seis sencillos, todos ellos éxitos, como Cryin', Crazy o Livin' On The Edge.  O, sin ir más lejos, este Amazing que sirvió para iniciar la promoción del disco y que escaló hasta el puesto número 3 de las listas alternativas (!) norteamericanas y el 24 del Billboard. Como apunte, contó con la colaboración de Don Henley, el carismático miembro de los Eagles

Y un apunte del clip antes de que le deis al play. Más que posiblemente os suene la chica que sale: es la actriz Alicia Silverstone, que por la época participó en diversos vídeos del grupo. Fijáos también en la temática, la realidad virtual. Efectivamente, por aquella época, pelis como el Cortador de césped habían puesto de moda en el cine y la tele toda aquella tecnología, que indefectiblemente contaba con megaguantes y gafas tamaño portaaviones. Vistos los cuales, uno casi se alegra de haber seguido contando con el fiel ordenador personal.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Teach Your Children, Crosby, Stills, Nash and Young, 1970


Por fin, tras mucho tiempo, mi buen compinche Juanjo Soriano verá cumplida una de sus más añejas reivindicaciones: los Crosby, Stills, Nash & Young (en lo sucesivo CSN&Y) en las Píldoras. Y con un tema de su propia elección, el imperecedero Teach Your Children

CSN&Y es uno de los grandes, pero grandes, nombres del rock. De hecho, lo fueron desde su mismo nacimiento en 1968. No era para menos, pues sus miembros fundadores eran ya estrellas reconocidas desde antes. Así, mientras que David Crosby procedía de los Byrds, Stephen Stills y Neil Young venían de los Buffalo Springfield y el británico Graham Nash de los millonarios Hollies.

En realidad, la mayor parte del tiempo del supergrupo tan sólo lo formaron Crosby, Stills y Nash (los tres que aparecen en el clip), aunque la aparición de Young en algunos de sus momentos gloriosos -como el álbum Déjà Vu al que pertenecía el tema de hoy- lo hicieron acreedor de la casi obligatoria "Y" final del nombre del grupo. 

Teach Your Children, compuesto por Nash, es uno de los clásicos de la formación tras el cual había una historia muy bonita marcada por una foto. Unos años antes, la fotógrafa Diane Arbus había tomado una imagen en la que aparecía un niño norteamericano, por lo demás canijo y con cara enfermiza y poco menos que psicótica, en un parque cogiendo una granada de mano de juguete. Pues bien, sirvió de inspiración para una letra en la que se hacía hincapié en la casi obligación de privar a los niños de referencias bélicas. Vamos, lo contrario de lo que al final hemos hecho todos en nuestras primeras aventurillas por la vida.

Como última curiosidad antes de liberaros para degustar el tema de hoy, veréis que la portada es un tanto peculiar. Para empezar, está en japonés. Eso tiene una explicación simple: no veáis lo difícil que es encontrar un cover de este sencillo por Internet. Pero además, los dos chavales que véis son los protas de una peli de la época, Melody, que incluía a Teach Your Children en su banda sonora. Film que no he visto, por cierto, así que si alguien lo ha hecho, aquí tiene un espacio para aconsejar al respecto. Bona nit.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

martes, 20 de marzo de 2012

Self Esteem, The Offspring, 1994


En cierto modo, hoy ha sido un día casi flashback total. Y es que, a lo largo del mismo, he coincido -por casualidad o no- con algunas personas a las que conozco desde hace muchos años pero con las que en los últimos tiempos no tenía un contacto demasiado constante. Supongo que esto nos pasa a todos, así que comprenderéis perfectamente esa sensación tan familiar de cuando se acumulan varios reencuentros, por breves y fortuitos que sean, en una misma jornada. 

Debo decir que en todos los casos me ha hecho muchísima ilusión, aunque uno de ellos ha sido especialmente entrañable por lo absolutamente inesperado y sorpresivo del asunto. Resulta que después de estar en Barcelona en una reunión de trabajo (precisamente con un antiguo compañero y amigo al que también hacía bastante que no veía) he ido a casa de mis padres a comer, costumbre nacional de estos tiempos. Tras lo cual, me he acercado un momento a recoger a mis sobrinos del colegio. 

Y miren ustedes que, entre las atentísimas profesoras entre el follón de la salida de niños, se encontraba ¡una de mis antiguas colegas y camaradas de jaranas findesemaneras de quince y aún veinte años atrás! Resulta que es la profesora de la clase de al lado a la que asiste mi sobrina mayor, y en cuanto nos cruzamos la vista -para lo cual me puse bien visible, asegurando el tiro- fue una sensación de esas tipo "¡coooooñoooo! ¿qué haces tú aquí?", tan propia de los que han compartido más de una o dos cervezas con asiduidad y hace tiempo que no se ven.

La verdad es que sólo ha sido un momento, el justo de la salida del colegio, pero ha sido totalmente entrañable, como os decía más arriba. Así que, como pequeño recordatorio de los saraos del Cornellà la Nuit de mediados de los noventa, donde coincimos toda una serie de invencibles resistentes, me he querido regalar uno de los himnos que lo adornaron. 

Y es que en cuanto comenzaban a sonar los berridos pseudoborrachuzos que abrían Self Esteem, todos los asistentes alzábamos nuestras cervezas y procedíamos a iniciar uno de los muchos grandes momentos de la noche. ¿Verdad, Manoli?




Hasta la próxima.

lunes, 19 de marzo de 2012

Fire, The Crazy World Of Arthur Brown, 1968


Arthur Brown es otro de los nombres prácticamente olvidados en la actualidad por parte de la mayoría del personal. Y, sin embargo, supuso en su día una de las influencias más importantes para gente como Alice Cooper (en su caso, la inspiración era más que obvia), Marilyn Manson, Peter Gabriel o Kiss, todos ellos ilustres histriones del escenario.

En cuanto veáis el clip entenderéis el porqué. Porque su único gran hit, Fire, es recordado aún como uno de los temas más inclasificables de la década de los sesenta. Y no sólo por su letra plena de alusiones al fuego del infierno y un final claramente sexual, temáticas muy poco frecuente en la época y mucho menos en las emisoras de mainstreaming.

Porque si hay algo de la canción de hoy que pasó a la historia -más allá de su sonido muy cercano al naciente rock duro- fue la particularísima performance que el grupo, The Crazy World Of Arthur Brown (el nombre era una inequívoca declaración de intenciones) hizo en sus apariciones públicas.

En ellas, Brown aparecía ataviado como una especie de brujo pintarrajeado (¿a quién os recuerda?)  y coronado por un casco en el que ¡había fuego real!. Como fuera que aquel invento no estaba del todo bien aislado, la coña del sombrerito le provocaba bastante dolor y se lo acababa quitando al cabo de un rato. Pero todo fuera por el show. Y vaya si lo dio en su aparición en Top of the Pops allá por el verano de 1968, la misma que podréis ver en un momento. 

Fire superó el millón de copias vendidas, alcanzó el número uno en Gran Bretaña y el dos en Estados Unidos. Unas cifras nada desdeñables para un tema que debió de provocar algún que otro shock entre los telespectadores de más de cuarenta años como poco. Es más: estoy bastante convencido de que después de 44 años, no os dejará aún indiferentes. Comprobadlo, si no.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

domingo, 18 de marzo de 2012

China In Your Hand, T'Pau, 1987


Lo normal es que cuando alguien hace una referencia literaria directa en una canción, lo deje patente... porque esa era su intención y lo tenía claro. Era el caso de Wuthering Heighs, de Kate Bush, por ejemplo. Sin embargo, en el tema de hoy, la cosa resultó patinar bastante...

China In Your Hand no era una canción relativa a ningún viaje por el Lejano Oriente, ni a nada por el estilo. En principio, la letra apuntaba a la novela Frankenstein, de Mary Shelley, tanto por las alusiones a su historia como -no digamos- su estribillo, que reproducía literalmente una frase del libro: "Don't push too hard, your dreams are china in your hand" ("no aprietes demasiado, tus sueños son como porcelana en tu mano"; en inglés "china" tiene también el sentido de "porcelana china").

Pues bien, cuando se les preguntó en su día a los autores de la letra, los miembros de T'Pau Carol Decker y Ron Rogers, casi parecían no saber nada del asunto, con respuestas de lo más desconcertante. Decker habló del efecto de la transparencia en las tazas chinas cuando les daba la luz, y Rogers ni siquiera llegó a eso. Oportunidad perdidísima para quedar como unos artistas imbuidos de literatura clásica. No obstante, digo yo: entonces, ¿cómo llegaron a componer una letra así?

De cualquier forma, el tema, de aires épicos, llegó hasta el número uno en Gran Bretaña y buena parte del continente. En el caso británico, tuvo la feliz coincidencia de convertirse en la canción número 600 en ocupar dicha posición, que además le vetó nada menos que a George Harrison

Ya véis, se puede hacer una muy buena canción, con una letra más o menos ilustrada, venderla como rosquillas... y no saber exactamente de qué va. En la música pop todo es posible.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

sábado, 17 de marzo de 2012

Wipe Out, The Surfaris, 1963


Es imposible que a un aficionado a aporrear rítmicamente cualquier cosa que se le ponga a tiro no se le vayan las manos cuando suena Wipe Out por la radio. Y válgame la Macarena que apuesto a cualquiera a que contra una mesa sigo y aguanto perfectamente el ritmo de su endiablada batería. 

Wipe Out es uno de los pocos hits de la historia del rock en los que dicho instrumento tenía muchísimo más protagonismo que guitarra y bajo, por no decir ya la casi inexistente voz. Según parece, mi molesta costumbre de golpetear frenéticamente tablas o mesas al compás de la canción de hoy fue ya toda una fiebre entre la juventud de la América del verano de 1963

Por lo demás, se trataba de una canción 100% surf: el mismo título evocaba ya al nombre por el que se conocían a las caídas aparatosas de la tabla. Lo cual explica una buena parte de su éxito. Durante aquellos últimos años antes de la invasión británica, el sonido procedente de las playas de California hacía furor por todo el país. De hecho, Wipe Out sólo quedó separada del número uno por un tema de un chavalín que con el tiempo se convertiría en una leyenda del soul y de los anuncios contra la priva al volante: Stevie Wonder.

Y acabo ya, que me están dando otra vez unas ganas irrefrenables de atacar la mesa. Aunque ahora que lo pienso, la próxima vez que eche mano a la batería de mi sobrino -que empiezo a acometer con cierta dignidad, modestia aparte- ya tengo con qué provocar dolor de cabeza recurrente a cualquier incauto/a que quiera acercarse más de la cuenta.



Letra de la Píldora. (aparte de la risita inicial y el "Wipe Out!", me temo que poca cosa más)

Hasta la próxima.

viernes, 16 de marzo de 2012

The Bad Touch, Bloodhound Gang, 1999


En mis apariciones cada vez más crepusculares en las discos de moda -hasta horas muy tardías o incluso ya tempraneras- comenzó a sonar un curioso tema, a medio camino entre el rock alternativo y el pop electrónico. De él, por entonces, casi lo único que era fácil distinguir entre las cervezas y los gin tonics era una parte de su peculiar estribillo. Y es que servidor hubiera jurado que mencionaban al Discovery Channel. Lo normal para bailar, vamos.

Pues bien, años después, con los ánimos más sosegados y más tiempo para detenerme en las letras, constaté que así era, y que las brumas de la pista no me habían perjudicado tanto el sentido del oído. Ahora bien, ¿de qué iba aquello? A decir verdad, aunque mi oído hubiera sido el de una lechuza o un murciélago y mi afinamiento anglosajón el de Shakespeare, apenas  hubiera podido entender nada de su letra más allá del estribillo. 

Pero éste daba una buena pista. Si la parte principal de tu canción dice "no somos más que mamíferos, así que vamos a hacerlo como hacen ellos en el Discovery Channel" es evidente que la cosa iba subida de tono. Realmente, The Bad Touch era un tema muy cachondo -como la formación que lo firmaba, Bloodhound Gang- pleno de modismos y referencias locales a todo lo sexual. 

Y con él, los tipos que véis disfrazados de monos en el clip consiguieron uno de los mayores éxitos y más radiados de la recta finalísima de los noventa, número uno en varios países e imprescindible en cualquier maletín de pinchadiscos. 

Una cosa más. Servidor no tiene el Discovery Channel en casa, pero por lo visto, parece ser la bomba. Habrá que conformarse con los documentales de la segunda cadena. Aunque, por lo que he observado a lo largo del tiempo, son bastante menos emocionantes.




Hasta la próxima.

jueves, 15 de marzo de 2012

Stand, R.E.M., 1989


En España, la mayoría del personal comenzó a escuchar a R.E.M. hacia 1991, a raíz de aquel supermegahipervendido disco que fue Out Of Time, el de Losing My Religion o Shiny Happy People, ninguna de las dos aún por estas páginas.

Sin embargo, en Estados Unidos se habían convertido en los reyes del rock alternativo desde al menos cuatro años antes, cuando sus dos álbumes anteriores, Document y Green habían rascado el Top 10. Precisamente en Green podía encontrarse este Stand de hoy. 

Tras el lanzamiento de Orange Crush, la formación decidió apostar por Stand como segundo sencillo promocional. Se trataba de un tema con un origen un tanto peculiar. Por lo visto, los miembros de la banda se encontraban recordando y comparando a aquellos grupos de pop chicle de finales de los sesenta -Archies y compañía-. Y como pequeña broma personal, decidieron hacer una canción con una letra tan tonta como aquellas. 

El resultado igualó a Orange Crush en cuanto al número uno de las listas alternativas norteamericanas, pero encima lo mejoró al ascender hasta el puesto sexto del Billboard general. Era la segunda vez que el grupo llegaba al Top 10 de singles, pero no sería la última. Poco tiempo después, Out of Time se pondría en marcha y R.E.M. entraría en los noventa como la banda que hoy conocemos. 

Lo que incluía -nota a pie- a un Michael Stipe con la cabeza afeitada. Pero como veréis, todavía en 1989 se gastaba pelo, aunque parezca extraño. Y bastante greñoso, dicho sea de paso.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Everytime You Go Away, Paul Young, 1985


Los que hayáis sobrepasado la cuarentena habréis reconocido el tema de hoy con carácter casi inmediato, especialmente las chicas. Porque si había un abonado a las portadas de Super Pop y Nuevo Vale a mediados de década (en premio ex aequo con gente como Rob Lowe, Michael J. Fox o George Michael, y sucedido poco después por Joey Tempest de los Europe: repartir prensa daba mucha cultura al respecto) ése era Paul Young. 

Aunque había comenzado militando en grupos, su principal carrera fue en solitario, en la que adoptó el rol de cantante melódico rompepistas. Por supuesto, de ahí a las carpetas de los institutos no medió más que un corto paso. 

Everytime You Go Away, lanzado en febrero de 1985, fue uno de sus hits más conocidos, número uno en Estados Unidos. Sin embargo, no era un tema suyo, si no que había sido compuesto poco antes por Daryl Hall, uno de los dos miembros de Hall & Oates, otros hitmakers ochenteros que ya han aparecido por aquí.

Por cierto, una pequeña nota de desilusión femenina. Paul Young ya rondaba la treintena cuando se hizo famoso, así que ahora -sí- está más cerca de los sesenta que de los cincuenta, y su aspecto, desde luego, lo aparenta. ¿Qué no os lo creéis? Pues nada, entonces por si acaso, no marquéis aquí, je, je, je. No creo que lo vayáis a poner de nuevo como póster...




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

martes, 13 de marzo de 2012

Bangla Desh, George Harrison, 1971

Los años de 1970 y 1971 no se les habrán olvidado, sin ningún lugar a dudas, a ningún ciudadano de Bangladesh que esté aún vivo. Porque es difícil que en tan poco tiempo se concentren tantas catástrofes para un pueblo como las que le cayeron a los bangladesíes durante aquel puñado de meses. 

Hacia 1970, Pakistán Este era una zona del estado pakistaní que quedaba separada por centenares de kilómetros de su parte principal. Esto la dejaba en una situación de poca atención por parte de los gobiernos de Islamabad, con lo que el sentimiento independentista fue paulatinamente en ascenso. 

Con todo, el conflicto tuvo un detonante bien específico: aquel año el durísimo ciclón Bhola devastó las costas del Pakistán Este. Para que os hagáis una idea de la magnitud del desastre, murieron más de medio millón de personas, que se dice pronto. Como contrapartida, el gobierno pakistaní no hizo prácticamente nada por paliar la catástrofe, con lo que los antiguos bengalíes consideraron que su paciencia se había terminado. 

Así, al poco de comenzar 1971, decidieron proclamar la independencia respecto a la parte occidental, lo que es la actual Pakistán. Y, con ello, provocaron una cruenta guerra plena de atrocidades que terminó con la victoria de los orientales y la confirmación del nuevo estado de Bangladesh. Sin embargo, como suele pasar en estos casos, todo aquello no fue necesariamente una fiesta para las gentes de allá, que a la penuria del ciclón añadieron las desgracias de la guerra de manera prácticamente consecutiva. La hambruna hizo estragos.

Uno de los más conmovidos por aquellos sucesos fue el músico hindú Ravi Shankar, que lo vio de cerca. Éste era amigo íntimo de George Harrison, amén de quién le enseñó a tocar el sitar. Así que apeló al ex beatle para que hiciera algo que atrajera la atención del mundo a aquel rincón devastado. ni corto, ni perezoso, Harrison reunió a sus colegas superestrellas (Eric Clapton, Bob Dylan, Ringo Starr, el propio Shankar...), los metió en el Madison Square Garden y, con ello, creó el primer superconcierto benéfico de la historia del rock: el famosísimo The Concert For Bangla Desh, todo un antecesor a los macroconciertos de los ochenta por África. 

Además, creó un tema especialmente para la ocasión, este Bangla Desh que traemos hoy al blog, y que todavía sobrecoge por su enorme dramatismo. Además, tuvo unas ventas muy buenas, aunque su mérito fue mucho más allá: convertir el rock en un instrumento de concienciación global. Una herencia nada despreciable.




Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

lunes, 12 de marzo de 2012

Simply Irresistible, Robert Palmer, 1988



Simply Irresistible fue la primera canción de Robert Palmer que quien escribe recuerda haber escuchado, precisamente en el momento de su publicación. Y es que por entonces, 1988-1989, aún no sabía que las sintonías de las nuevas hornadas de Renaults iban acompañadas, precisamente, de su clásica John and Mary

De todas maneras, aunque lo hubiera sabido, lo cierto y verdad es que no me hubiera llamado la atención ni el 5% de lo que lo hizo Simply Irresistible. Su sonido power pop, pensado tanto para las emisoras mainstream como -por qué no- para las pistas de baile, era un puntazo difícilmente irresistible, valga sea la redundancia titular. 

Aunque lo irresistible de verdad era su videoclip, con toda aquella colección de pibones en trajes de baño y de fitness (bien escotados) contoneándose a lo largo y ancho de la pantalla. Si aún hoy sigue llamando la atención, imaginad ahora lo que pasaba por la cabeza de un chaval de catorce años, como era el caso. Pocos meses antes, Sabrina había destetado -y de qué manera- a la televisión, así que me fue fácil concluir que si el pop era esto, sólo quería saber dónde había que apuntarse. Creo que poco más o menos por entonces decidí invertir más tiempo en los teclados de mi Casio, por si acaso la ocasión la pintaban calva. O pechugona. 

Como fuera, Simply Irresistible (y su muy fashion videoclip) llegó hasta el puesto número dos en Estados Unidos, y sonó de forma recurrente en las radios durante bastante tiempo. O al menos lo hizo de manera suficiente como para que, veintitantos años después, aún lo recuerde perfectamente. No sé porqué, la verdad.




Letra de la Pildora.

Hasta la próxima

domingo, 11 de marzo de 2012

Chemical World, Blur, 1993


Tras días de cierta incertidumbre en la conexión, al final ayer se reveló tozuda y dejó de tirar, por un motivo inesperado: el router simple y llanamente dejó de funcionar. Así que no pudo haber Píldora, aunque, como siempre, ya la recuperaremos más adelante. En todo caso, como a día de hoy la cosa sigue sin tirar, estoy en el ordenador de mi cuñada montando el post. Y mañana, a saber... de todas maneras, intentaré garantizar el suministro de Píldoras puntualmente en tanto dependa de quién escribe. 

Respecto a la música, tras el post de los Smiths del otro día, me quedé con ganas de poner de nuevo algo de Blur, que hace meses que no aparecen por aquí. Pero para esta ocasión he preferido no recurrir a uno de sus mayores hits, si no a un tema que pasó algo más desapercibido pero que es uno de mis favoritos. 

Como sabéis, la carrera de los británicos comenzó por todo lo alto con su debut en 1991 a través del álbum Leisure. Sin embargo, el sonido de inspiración Madchester estaba a punto de llegar a su fin, y la formación de Damon Albarn tuvo el olfato suficiente como para abandonarlo antes de que les costara demasiado caro. 

De aquella manera, en 1993 editaron el que fue su segundo LP, Modern Life Is Rubbish, que a la postre sería toda una revolución estilística. Con una clara inspiración en los Kinks, su sonido en general desenfadado y la ironía de sus letras enunciarían de manera definitiva el britpop de mediados de los noventa. 

Sin embargo, paradójicamente, las ventas fueron sensiblemente inferiores a las de Leisure. De alguna manera, ellos mismos se habían adelantado unos meses al propio fenómeno que estaban creando. Chemical World, por ejemplo, entró en el Top 30 por los pelos, cuando estilísticamente era ya un tema 100% britpop. Pero el detonante de Girls and Boys aún no había llegado, así que estuvo condenado a una cierta travesía en el desierto. Con los años, el mismo éxito de Blur acabaría reivindicando todo el Modern Life Is Rubbish, pero en 1993 eso aún era el futuro.

Ahí os quedáis con este temazo, y yo pensando dónde montar la Píldora de mañana. Pero algo haremos.






Letra de la Píldora.

hasta la próxima.

viernes, 9 de marzo de 2012

It's Five O'Clock, Aphrodite's Child, 1970


Hace más de dos años apareció por aquí un peculiar trío griego -uf, qué extraño suena así, ¿no?- que a finales de los sesenta y principios de los setenta acapararon un gran éxito en Europa, especialmente a raíz de su mayor hit, aquella reinterpretación memorable del Canon de Pachelbel titulada Rain and Tears

Ciertamente, aquel tema, con el devenir de las décadas, acabaría eclipsando de la memoria a los demás que lanzó el grupo formado por Demis Roussos, Vangelis y Loukas Sideras, Aphrodite's Child. Sin embargo, tuvieron una carrera absolutamente reconocida y prestigiosa dentro del pop sinfónico del momento. 

Una de sus canciones que obtuvo más éxito además de Rain and Tears fue este It's Five O'Clock, una delicia musical en la que el teclado de Vangelis envolvía todo de una manera casi surreal. El tema alcanzaría el número uno en Italia y sería muy popular en numerosos países, entre ellos España. 

Como nota a pie, tras la grabación del álbum que contenía la pieza, y que se titulaba de la misma manera, la banda inició una gira por España precisamente... en la que Vangelis no participó. Lo suyo eran los estudios de grabación, que dominaba a la perfección, y los conciertos no le entusiasmaban. Pero no se quedó inactivo: aprovechó el impasse para grabar el que sería su primer trabajo en solitario. 

Por lo demás, me retiro a la cama entre las etéreas notas del tema de hoy. Creo que dormiré bien.






Hasta la próxima.

jueves, 8 de marzo de 2012

Panic, The Smiths, 1986


¡Colgad al DJ! Con este poco amistoso llamamiento, los Smiths consiguieron en 1986 uno de sus mayores éxitos, marcado por la polémica causada por dicha exclamación, junto a otra que la remachaba no menos sonoramente: ¡Quemad la música disco!

Y, sin embargo, había una cierta justificación en tamañas palabras. Aquel 1986 había sido el de la catástrofe de Chernobyl. Pues bien, en cierto momento, tras escuchar un parte de la BBC que anunciaba el desastre, el disc jockey no tuvo mejor ocurrencia que poner un tema de los Wham!, la banda de pop tontorrón en la que militaba por entonces George Michael. Sería algo así como si tras anunciar el 11-M algún descerebrado hubiera pinchado Bulería de David Bisbal. 

El pésimo efecto de aquella canción de los Wham! tras la noticia de Chernobyl indignó enormemente a Morrisey y Johnny Marr, que se pusieron manos a la obra con la canción de hoy, y en la que se despacharon bien a gusto. Algunos incluso los tacharon de racistas -de una manera muy ignorante, por cierto- ya que equipararon su ataque a la música disco y a los DJ's con un ataque a la música negra, lo cual ni era la intención del grupo ni tenía ni pies ni cabeza. 

En cualquier caso, Panic llegaría hasta el puesto 11 de las listas británicas, que se rindieron a aquella canción que tanto evocaba musicalmente al Metal Guru de los T.Rex de catorce años atrás. Una similitud que a un servidor -t.rexista de pro y carnet- nunca se le pasó por alto y que ha hecho que, aún a día de hoy, se me pueda escuchar alguna vez mascullar aquello de Hang the DJ! 

Pero tranquilos que la sangre no llegará al río.




Hasta la próxima.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Get Ready, Rare Earth, 1970

Horas tardías, ojos, semicerrados, dedos torpes... señales inequívocas de mi pronta marcha a dormir, aunque no sin dejaros con dinamita soul rock de esa que hace bailar hasta sentado en la silla de un despacho. 

Get Ready es uno de los más famosos temas Made In Motown, y que ha recibido numerosas versiones de buena parte de los miembros de la mayor fábrica de soul de todos los tiempos. Compuesto por uno de ellos, Smokey Robinson, su versión original fue de la mano de los Temptations en 1966, y tuvo muy buena acogida. 

Sin embargo, el mayor éxito de Get Ready en las listas, y su versión más conocida, fue la que otra formación de la misma discográfica lanzó en 1970. Efectivamente, los Rare Earth consiguieron poner la canción en el cuarto puesto del Billboard mediante su efectiva mezcla de soul y de rock. Eso sí, en su versión corta, que es la que destacamos hoy: la larga, incluida en el LP, duraba 21 minutos.

En cuanto echéis mano al clip, os daréis cuenta de un detalle: se trataba de una banda blanca. Esto no tendría ningún interés si no fuera porque he mencionado que pertenecían a la Motown, un sello exclusivamente dedicado a música negra. Sin embargo, a finales de los sesenta, el sello decidió abrir una filial "blanca". Sintomáticamente, a dicha filial le puso, precisamente, el nombre del grupo, Rare Earth.

Por lo demás, me voy a dormir. Eso sí, marcharé tatareando por el pasillo Get Ready, ya lo veo. Y qué buen rollo para terminar el día, ahora que lo pienso.




Hasta la próxima.

martes, 6 de marzo de 2012

The Regulator, Clutch, 2004


En breves minutos procederé a ver los episodios de hoy de esa serie de dinosaurios y gente del futuro llamada Terra Nova, lo cual me ha recordado una Píldora que tenía en mente desde la semana pasada, viendo The Walking Dead. Porque sí, como habréis deducido, amigos, lo mío son las series costumbristas, del día a día más cotidiano. 

En el último capítulo emitido de la episodizada matanza de zombies que dan en la Sexta, el final iba acompañado de un tema muy chulo (según los gustos) de aires blues rock muy cercanos ya al heavy metal. Como no tenía ni idea, pero sonaba muy bien, hice ese ejercicio tan recurrente de tirar de Internet a todo trapo, o al menos al trapo que me dejaba mi ADSL. 

Menos de un minuto después -no es por fardar, pero es lo que tardé, tampoco hay que parecer más torpe cuando algo sale bien- tenía identificada la canción: era de un grupo norteamericano de rock duro llamada Clutch, y se titulaba The Regulator

Hay que decir que, hasta su aparición en dicho capítulo de The Walking Dead ("Nebraska"), se trataba de un tema algo menor de la banda, incluida en el álbum de 2004 Blast Tyrant. Es curioso ver en los últimos años como la música final de los episodios de muchas series de moda se ha convertido en toda una forma de potenciar la carrera de bastantes artistas y de difundir mediante la red toda una serie de canciones que, de otra manera, hubieran quedado más o menos relegadas a un paulatino olvido. 

Espero que os guste, aunque si no os va mucho el rollo blues muy guitarrero, os recomiendo que empecéis por la versión en estudio del link de Goear, un poco más asequible que el clip con el directo. Hacedme caso...




Letra de la Píldora.

Hasta  la próxima. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Strychnine, The Sonics, 1965


A cualquiera que le guste el rock de garaje, el nombre de los Sonics le resultará poco menos que una orden de su sargento para ponerse firmes, taconazo incluido y palma en la frente. Porque estos tipos, en su ramo, influenciaron el rock como pocos otros grupos en la historia. Sin ellos, el punk hubiera tardado más y el grunge tal vez no hubiera existido en su forma definitiva.

No exagero. Meteos en la mente de un chaval de 1965 en la medida en que esto sea posible, o preguntad a vuestros padres si eran de la quinta y les gustaba el rock. Una vez hecho lo anterior, considerad el estruendo que llegaba a meter esta gente, en una modalidad entre pedrestre y lisérgica.

Servidor escuchó por primera vez a los Sonics apenas cruzados los 16 años gracias a la magnífica colección de discos que tenía un compañero de instituto -posiblemente, su padre, aunque, indudablemente, el tipo sabía de música-. Y Strychnine (oda a dicha sustancia química) fue el primer tema original suyo que oí, lo cual no era casualidad. Lo había descubierto apenas unos minutos antes de la mano de una versión de otros insignes de la música garaje pero de muchos años después, los Fuzztones, y pronto descubrí que casi era un estándar del género que recibiría múltiples interpretaciones.

Antes de acabar he de comentar un par de pequeños apuntes. El primero es que no fue single ¡hasta 1998!, más de treinta años después de su edición dentro del primer trabajo del grupo norteamericano. Normalmente, suelo respetar las fechas de los sencillos, pero esta vez me parecía tan absurdo el decalaje, justificado tan sólo por un cambio discográfico, que he preferido dejar la portada de 1965 por más que no era de ningún sencillo. 

El segundo es que no estoy seguro de que este clip haya acompañado nunca al tema. Ni siquiera  pondría la mano en el fuego en que sea de un guateque real de los años sesenta. Pero, entre nosotros, la verdad es que no queda muy mal, así tan majara. Eso sí, de los Sonics, na de na. Es lo que tenía ser un grupo minoritario: que de salir en la tele, tirando a poco...


 


Hasta la próxima. 

domingo, 4 de marzo de 2012

Song To The Siren, This Mortal Coil, 1983


Casi seguro que, a priori, el título de la canción no os suene demasiado a la mayoría, por no decir ya el nombre del grupo. Pero una vez le deis al play, y lleguéis a los primeros versos, segurísimo que la conocéis. A lo mejor por su aparición en alguna que otra peli -Carretera Perdida de David Lynch sería la más celebrada de ellas- y mucho más probablemente por un anuncio de Cacharel. Ya sabéis qué opino de los anuncios de colonias, pero hay que decir que con cierta frecuencia su música es muy buena. 

Song To The Siren es un tema compuesto nada menos que en 1970 por el cantautor Tim Buckley -padre de otro ilustre, Jeff Buckley- aunque entonces no tuvo demasiada repercusión. Su mayor momento de gloria discográfica (hasta su irrupción en cine y publicidad) tuvo lugar ya en 1983, de la mano de una formación con un extraño y shakesperiano nombre: This Mortal Coil. 

Aunque, en realidad, no se trataba de una banda en su sentido más tradicional. A lo largo de su existencia, sus únicos miembros regulares fueron el fundador del sello discográfico 4AD, Ivo Watts-Russell y el productor John Fryer, aunque fueron pasando músicos y cantantes asociados a la firma en algún momento. 

Este era el caso de los Cocteau Twins, que con el tiempo llegarían a ser uno de los grupos con más presencia del pop británico. Watts-Russell escogió a dos de sus miembros, Elizabeth Frasier y Robin Guthrie para grabar el tema, que originalmente no iba a tener tanta preeminencia en su edición. Sin embargo, la buena acogida que tuvo aconsejó lanzarlo como sencillo y, de hecho, escaló hasta un honroso puesto 66, nada mal para un pequeño sello independiente.

Os quedáis, pues, con una delicia en toda regla que identificaréis enseguida. Y que -debo decirlo- debéis agradecérsela a Montse, que es quien me la ha sugerido. Lo cual dejo por escrito para que conste por expresa recomendación.




Hasta la próxima.

sábado, 3 de marzo de 2012

Private Dancer, Tina Turner, 1984


Escuchar Private Dancer y visualizar a Tina Turner son exactamente lo mismo: es lo que sucede con cualquier gran éxito de un artista consagrado. Y, sin embargo, este tema estuvo a punto de ser un hit con una firma muy sorprendentemente distinta. 

Un vistazo detenido a la canción verá una firma muy conocida. Efectivamente, Private Dancer fue compuesta nada menos que por Mark Knopfler. Es más, originalmente iba a ser un tema para sus Dire Straits, pero como todos sabemos, la cosa acabó de forma muy diferente. 

Y es que la letra de la canción hablaba en primera persona sobre una prostituta de lujo. Naturalmente, eso lo hacía un tanto extraño de cantar por el propio Knopfler, así que una vez grabada la música -no la voz- se desestimó finalmente su inclusión en el álbum de los británicos Love Over Gold

Dos años después el grupo reconsideró regrabar la canción, esta vez para Tina Turner, que llevaba cinco años sin publicar un disco. En dicha versión, curiosamente, la guitarra principal no la ponía el líder de los Dire Straits, si no Jeff Beck, del que hablamos hace muy poco en el post de los Yardbirds. Con todo, el cambio no supuso apenas diferencia y, ahora sí, la canción se convertiría en un single de éxito y el relanzamiento de la carrera de la Turner. 

Además de que, las cosas como son, quedaba mucho mejor cantada por ella que por un señor con calvicie incipiente y una cinta en el pelo. 




Hasta la próxima.

viernes, 2 de marzo de 2012

Wasn't Born To Follow, The Byrds, 1969


Muy pocas canciones transmiten tanta sensación de libertad como Wasn't Born To Follow, del que el mismo título ya lo dice todo. Nunca fue uno de los grandes hits de The Byrds, pero forma parte de aquella colección de canciones que cualquier fan conoce de memoria y que merece que se le dediquen, al menos, unas pocas líneas. 

El tema fue grabado por el grupo en 1967 para su álbum The Notorious Byrd Brothers, uno de los discos imprescindibles de la historia del rock por la gran maestría con la que la banda se atrevió con casi toda clase de estilos. Aunque su grabación fue poco menos que un infierno en el que acabó marchándose media banda -entre ellos, David Crosby- el resultado fue sorprendentemente bueno. 

Wasn't Born To Follow es un magnífico ejemplo de aquella fusión de estilos. Compuesta por el matrimonio formado por el tándem King/Goffin (ahí es nada), The Byrds asumieron su estilo country introduciendo en mitad de la canción un impasse psicodélico de primera, de esos de LSD en vena. Todo un riesgo que sólo podía ser asumido en aquella recta final de los sesenta donde la experimentación estaba bastante mejor vista. ¡Y encima les quedó como si fuera lo más natural del mundo!

Para potenciar más el carácter a medio camino entre la libertad de la naturaleza y la cultura underground, la canción fue incluida en la banda sonora de Easy Rider, ya en 1969, e incluso fue editada como single. Si habéis visto la peli, convendréis conmigo que un tema así en pocos otros sitios hubiera quedado mejor, a decir verdad. 

Ya véis, hippismo al 100%, con unas buenas vibraciones que espero que os acompañen todo el fin de semana que justo ahora comienza. 




Hasta la próxima.