lunes, 16 de abril de 2012

Take My Breath Away, Berlin, 1986


Uno de los bombazos musicales más recordados del años 1986 estuvo vinculado a una de aquellas pelis que hicieron propaganda como pocas de la política exterior de la era Reagan (parece ser que se multiplicaron las peticiones a alistarse en la aviación tras su estreno), enmascarada en una historia de amor. Porque ¿quién no vio entonces Top Gun?

Siempre he considerado a aquel film -más allá del mensaje encubierto que llevaba- como una especie de sucesión de videoclips enlazados por una trama que era casi lo de menos. En descargo, debo decir que la selección musical incluida no era del todo mala, con algunos de los temas y artistas más populares de mediados de los ochenta. 

Aunque, de largo, la canción que más trascendió de todas fue obra de unos casi perfectos desconocidos hasta entonces. Hasta aquel momento, la carrera de los californianos Berlin había contado con discretos resultados, a pesar de que llevaban en el candelero desde nada menos que 1978

Para el film, el productor Giorgio Moroder, el mismo que había contribuido como pocos a elevar a la música disco de los setenta hasta el olimpo de las ventas, compuso el principal tema de amor, que cedió al dúo afincado en Los Ángeles. Y, en una simbiosis casi perfecta entre música y película, consiguió quedar tanto en la mente de los espectadores como el propio Tom Cruise o los cazas F-14 en misión. Casi huelga decir que se elevó hasta el número uno en casi todas partes. 

No me diréis que el de hoy no ha sido un flash-back total.





Hasta la próxima.

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