miércoles, 20 de junio de 2012

Last Nite, The Strokes, 2001


El tamaño sí que importa... especialmente en un blog como éste, a la hora de decidir qué canción se pone y de saber cuál está ya puesta. ¿Os podéis creer que durante meses, pero bastantes, no había subido el tema de hoy porque estaba seguro de que ya lo había colgado?

El descubrimiento de que no era así vino dado por no encontrarlo en la lista de grupos. Tuve que mirar en el buscador de la columna de la izquierda para asegurarme de que, realmente, The Strokes todavía no se habían estrenado por las Píldoras. Y ya puestos, habéis descubierto un pequeño secreto: la mayoría de las herramientas que acompañan al blog para buscar y encontrar posts están pensadas no sólo para vosotros si no, en muy importante grado, para quien escribe.Porque la neurona hace tiempo que tocó techo.

Last Nite es una de esas canciones que no sólo han hecho fortuna en las listas, si no también en su reputación dentro del rock and roll. En realidad, no es otra cosa que rock primitivo fantásticamente ejecutado -su solo de guitarra es de esos de manual para pisar el acelerador- y así se entendió al obtener su principal mérito: está incluida en una de las 500 mejores canciones de la revista Rolling Stone. También ha sido muy laureada por NME, la no menos influyente New Musical Express.

Su vídeo también merece cierta atención. A pesar del que el grupo no quería grabar ningún clip, acabó obteniendo los servicios de nada menos que Roman Coppola, hijo de Francis Ford y hermano de Sofia. Éste rodó una actuación simulando aquellas que se hacían en platós de los años sesenta, con una energía propia de los Who. Y sí, para añadir un poco más de gracia, no podía faltar algún pequeño incidente: efectivamente, el batería acaba tirando al suelo sus dos micros.

Rock and roll de guitarras, bajo y batería. Y bastante berrido. ¿Qué más queréis para hoy?




Hasta la próxima.

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