martes, 31 de julio de 2012

El calor del amor en un bar, Gabinete Caligari, 1986


Un año antes de que Camino Soria arrasara por toda la piel de toro -expresión manida y repetidisima pero de lo más adecuada con el grupo de hoy-, Gabinete Caligari lanzaron su álbum Al calor del amor en un bar, cuyo tema estrella, de casi igual titulo, fue uno de los más reproducidos por radio durante bastantes meses. 

Aunque lo que es justo, es justo. El calor del amor en un bar no es, por supuesto, el mejor tema de Gabinete Caligari ni de lejos, pero admito que tiene un encanto absolutamente especial. Para aquellos que, junto a los estudios y el trabajo, crecimos con los amigos charlando en compañía de una cervecita en cualquiera de las decenas de baretos que jalonaban nuestros barrios, el tema de hoy inspira una especial sonrisa de aquellas que salen de verdad, entrañable. 

Porque a pesar del organillo pasodoblero a veces un tanto cargante, la letra es probablemente la mejor oda nunca hecha al bar de toda la vida, tapas, camarero y As (o Mundo Deportivo, depende del lugar) incluidos. Eso sí, con un puntito un tanto kitsch. Curiosamente, sus ventas como sencillo no fueron demasiado importantes, a pesar de su fuerte difusión. 

De hecho, no me digáis que después de escucharla no os apetece un bocata de calamares. Si vuestra respuesta es que no, o es que acabáis de comer, o es que todavía os quedan un par de hervores en la vida. Espero que sea la primera opción. Nos llevaremos mejor...




Hasta la próxima. 

lunes, 30 de julio de 2012

Living On The Ceiling, Blancmange, 1982


Probablemente, Blancmange sea un nombre a estas alturas casi olvidado incluso por muchos ochenteros de cuarenta y tantos años, así que no digamos ya el desconocimiento que puede haber entre todos aquellos más jóvenes. Sin embargo, durante la primera mitad de los años ochenta fueron bastante asiduos a los primeros puestos de los charts. 

Es más, uno de sus hits -de hecho, el primero de todos ellos-, Living On The Ceiling, es uno de esos temas que no puede faltar en cualquier recopilatorio de la década de los 80 mínimamente completo. Su estilo tremendamente oriental causó bastante sensación en 1982, y la canción se alzó hasta el puesto séptimo de las listas británicas. 

Con el tiempo, aquel mismo estilo arabesco hizo que los acordes de Living On The Ceiling fueran recurrentes en sampleados y versiones variadas. Tal vez uno de los más curiosos usos que recibió fue el que durante muchos años hizo la primera cadena israelí en sus informativos, que lo utilizó para abrir el bloque de noticias relacionadas con el mundo árabe.  

Para hacerse una idea de hasta qué punto Blancmange se consideró en su momento un grupo con potencial, basta con decir que su primera publicación de cierta proyección fue en el influyente recopilatorio Some Bizzare Album. En él, una serie de bandas sin sello todavía publicaron para la discográfica Some Bizzare Records varios temas inéditos. Otras de las bandas incluidas, y que en muy breve saltarían al estrellato fueron nada menos que Depeche Mode o Soft Cell. 

Así que sin más, os dejo escucharla. Puros ochenta para un lunes por la noche. 





Hasta la próxima. 

sábado, 28 de julio de 2012

Get Down And Get With It, Slade, 1971


Hoy toca nueva Píldora exprés... o a toda velocidad, que viene a ser casi lo mismo. Con un sábado de regatas en Vilanova y luego de salir un rato de noche, poco tiempo queda para escribir. Tan poco, que ni siquiera puedo contaros cómo hemos quedado en las competiciones: en previsión de la falta de minutos sabatina, estoy escribiendo esto en viernes noche, y la mucha o poca velocidad de la embarcación aún queda unas horas en el futuro. 

Con todo, os dejo asegurada la música con el que fue primer hit de los Slade, uno de los preferidos por sus seguidores por lo divertido de sus directos. Get Down and Get With It es un simple rock and roll a toda velocidad salpicado por parones en los que se pedía al oyente que se metiera en vereda haciendo palmas o dando pisotones en el suelo para marcar el ritmo. Y vaya si había ritmo. 

Música para un sábado por la noche divertido como el que espero estar pasando en el mismo momento en el que estéis leyendo esto. Pero claro, ahora mismo sólo puedo esperarlo: sigue quedándome unas cuantas horas en el futuro. 




Hasta la próxima. 

viernes, 27 de julio de 2012

Dance Hall Days, Wang Chung, 1984


Debo admitir que la primera vez que escuché el nombre de Wang Chung, hace un montón de años, pensé que se trataba de un grupo chino, o algo así. Lo cual me parecía rarísimo por lo poco previsible de alguna formación o cantante de la china comunista de entonces marcándose un tema a golpe de new wave. Por supuesto, podría haber sido algún cantante americano de origen oriental, por ejemplo, pero no me digáis por qué, durante un tiempo se me fijó en la mente la extrañísima posibilidad del principio, por improbable que fuera. 

Y desde luego, tan improbable era, que no era de ningún modo. Antes bien al contrario, Wang Chung resultó ser un grupo británico y más blanco que la horchata. Una circunstancia mucho más compatible con hacer música new wave en 1984, por otra parte. 

En todo caso, algo de chino sí que había en el nombre: Wang Chung -en chino, "campana amarilla"- es como se denomina la primera nota de la escala musical en el lejano oriente. Y con este peculiar apelativo, estos londinenses atesoraron varios éxitos importantes a mediados de los ochenta en ambos lados del Atlántico. 

Uno de los más recordados era Dance Hall Days, un homenaje a los años cuarenta del siglo pasado, que llegó a ser nada menos que número uno en las listas (y en las pistas) de baile norteamericanas a finales de la primavera de 1984. El tema llegó a tener hasta dos videoclips, que, cortesía de la casa, podéis ver más abajo tanto uno como otro. 

El primero de ellos fue el que en su día tuvo más difusión por aparecer bastante en la MTV, si bien personalmente os aconsejo no perderos el segundo de ellos, salpicado de imágenes en color de aquellos mismos años cuarenta. Al parecer, procedían de la cámara privada del padre de uno de los miembros del grupo, con lo que además tenían un cierto regusto a documento de primera mano sobre aquella época. 

Sin más, Wang Chung. Que ahora ya lo sabéis, no eran chinos. Ni americanos orientales, ya puestos. 



Versión 1 del clip



Versión 2 del clip



Hasta la próxima. 

jueves, 26 de julio de 2012

Mony, Mony, Tommy James and The Shondells, 1968


No sé si es la edad o, simplemente, un espesor particularmente acusado en el día de hoy. Os cuento. Me había decidido a poner una segunda Píldora de Tommy James and The Shondells -tal vez Hanky Panky o la más intensa Crimson and Clover- contando con que hacía tiempo que había colgado el que es su más conocido hit a este lado del Atlántico, precisamente Mony, Mony. Cual fue mi sorpresa cuando haciendo un pequeño rastreado buscando la que consideraba más que asegurada Píldora, ha resultado no estar. Para que luego alguien diga que tengo una mente privilegiada. Pues va a ser que no. 

En todo caso, lo que sí que tengo es una capacidad de respuesta lo más ágil posible (o al menos, lo intento), así que he creído conveniente dejar cualquiera de los otros temas para más adelante y comenzar con una canción con la que seguro que el que más y el que menos de vosotros ha hecho el ganso en algún pub mientras alguien decidía pasarla por los altavoces. 

Haciendo el ganso... y seguro que confundiendo la letra al gritar en el estribillo "money, money". Error comprensible en estas latitudes tan poco familiarizadas con el idioma inglés, pero error al fin y al cabo. Pues bien: no se trataba de ninguna oda a la pasta, ni muchísimo menos. Pero, ya puestos, tampoco era ninguna canción dedicada a ninguna chica llamada Mónica o Mona, o de ninguna forma que se le pareciera. 

Tommy James and The Shondells era un grupo con un carácter particular. Si bien habían recogido muy bien las influencias psicodélicas y eran capaces de marcarse de coña un sonido de garaje como mandaban los cánones, en realidad se trataba de una banda con un estilo desenfadado e ideal para amenizar guateques. Así que cuando hicieron Mony, Mony, lo que buscaban era precisamente eso, algo para bailar y pasárselo bien, bajo un título que sonara divertido sin ser demasiado majara. Y lo encontraron en un cartel luminoso que había sobre el edificio de la Mutual of New York. Ahora ese edificio luce un enorme "1740", el número de su dirección en la calle Broadway, pero en 1968 tenía un no menos enorme y luminoso "MONY", palabra formada por las siglas de la compañía neoyorquina. 

Exacto: uno de los temas más juerguistas de los años sesenta recibió su título inspirado en una compañía de seguros. 

En cualquier caso, la historia es lo de menos. Lo que cuenta es que tras casi cuarenta y cinco años sigue funcionando perfectamente en su papel de levantar a la gente de la silla y ponerla a desfasar. Así que si optáis por seguir cantando -gritando- "money, money", vosotros mismos. Lo importante es que os lo sigáis pasando bien. 




Hasta la próxima. 

miércoles, 25 de julio de 2012

I Wanna Rock, Twisted Sister, 1984


Vuelven los tipos pintarrajeados -que no maquillados- más pasados de vueltas a las Píldoras. Si hace un año aparecía por el blog su gran himno guitarrero-juerguista We're Not Gonna Take It, hoy traemos su otro gran tema no menos guitarrero... y no menos juerguista, lanzado justo después de aquél. I Wanna Rock

De hecho, ambas canciones no sólo coinciden en estilo, si no incluso en los videoclips: en ambos casos se repetía la misma estructura. Después de una intro a golpe de berridos de la mano de un tiránico personaje, arrancaba el tema con el grupo salvando al personal del fulano opresor, en el caso de We're Not Gonna Take It el padre del chaval, y en el de I Wanna Rock el profesor del instituto. 

Pero no acababan ahí las semejanzas, aún habían más. En los dos clips, el fulano que hacía de tirano y que luego sufría la ira de la banda era el mismo actor, Mark Metcalf, que ya se había rodado en un papel similar en la recordada peli -a pesar de los pesares- Desmadre a la americana. En cierto modo, el personaje recordaba bastante al Coyote con el Correcaminos: admito que al final casi me cae simpático. 

A pesar de seguir tantas pautas en común con su exitoso predecesor, el tema de hoy no consiguió unas ventas tan importantes como aquél, por bien que siguieron siendo bastante notables. En Canadá, por ejemplo, obtuvo dos discos de platino. 

Y sin más, os quedáis a solas con los muchachos de Dee Snider haciendo el bestia en un insti americano. Por si acaso, no metáis muchos gritos a la chavalería, u os las veréis con ellos...

PS: Santi, felicidades, bicho. ¡Seguro que sabrás apreciar la Píldora de hoy en su medida!




Hasta la próxima. 

lunes, 23 de julio de 2012

Catch My Disease, Ben Lee, 2005


Una caminata -ascenso incluido- a última hora de la tarde tiene un particular efecto secundario: tras cenar ligero (sí, también soy capaz de ello, para sorpresa de los más allegados), provoca un sueño repentino difícilmente salvable. 

Y como no pienso ir contra la voluntad de Morfeo, me retiraré en cuanto haya dejado la Píldora lista, por más que breve. Eso sí, os dejo en buenas manos, las del australiano Ben Lee, en su tema más conocido, Catch My Disease... aunque probablemente os suene más por su estribillo, "that's the way I like it".

Catch My Disease es de esas canciones que a pesar de su etiqueta de "alternativa", es más que digerible para el gran público y, de hecho, ha aparecido en series como Anatomía de Grey (uff) o Scrubs. Indie fashion, desde luego, aunque admito que la canción de hoy tiene su gracia. 

Como gracia va a tener la cama tan pronto me meta en ella. Que vosotros lo durmáis bien también. 




Hasta la próxima. 

domingo, 22 de julio de 2012

Goodnight Moon, Shivaree, 2000


El tema de hoy es uno de esos típicos que son tan reconocibles en sí como de casi imposible identificación de su cantante o banda. Vamos, de esos en los que se acaba diciendo la máxima "ah, claro, sí que me suena, aunque ni idea de quién era". De reconocer el título, ya ni hablamos. 

Como sea, después de hoy no tendréis excusa. Goodnight Moon, lanzado en 2000, fue el primer single de la formación alternativa norteamericana Shivaree y, al cabo de toda su carrera, el que hizo mejor fortuna de todos ellos: incluso llegó al número uno en Italia. 

Con todo, Goodnight Moon se hizo mucho más conocida para el gran público cuando fue incluida en la banda sonora de aquella tarantinada que era Kill Bill: Volume 2. Si la habéis visto, recordaréis seguro que la canción de hoy era la que acompañaba a los títulos de crédito del final. Eso, claro está, si sois de los que los leéis, que de todo hay en la viña del Señor. 

Y nada más por hoy: si a partir de ahora os preguntan en el Trivial (o en cualquier juego) por esta canción y con eso ganáis partida, sólo os pido algo a cambio. Tomad una cervecita a mi salud. 




Hasta la próxima. 

sábado, 21 de julio de 2012

Don't Go, Yazoo, 1982


En las discos de hace exactamente treinta años -al menos en las que no pinchaban todavía los pajaritos de María Jesús y su acordeón, himno verbenero-horteril de un año atrás y diez por delante como mínimo- causaba sensación un tema de fuertes riffs de sintetizador y un ritmo arrollador. Por supuesto, sagaces pildoreros, se trataba de este Don't Go, del dúo británico Yazoo. 

1982 fue, sin duda, el gran año de la formación. A principios del mismo editaron su primer sencillo, Only You, una memorable balada techno que se convirtió en todo un bombazo casi enseguida. Sin embargo, su éxito sería aún superado por la mucho más potente Don't Go, que llegaría incluso al número uno en Bélgica, así como en las listas dance norteamericanas, ya en otoño.  

Hay que decir que, al menos en parte, el rápido éxito de Yazoo se debía a que su mitad, el teclista y compositor Vince Clarke (el que va peinado en el clip únicamente con un flequillo, así como bastante en plan Crispín Clander, si me permitís el basto pero inevitable símil) ya era bastante conocido como antiguo miembro de Depeche Mode. De hecho, había firmado tres de sus temas más conocidos hasta aquel momento, Dreaming of Me, New Life y el hit Just Can't Get Enough

Música para un sábado por la noche de 1982... y porqué no, también de 2012. Nos vemos en la próxima: Don't Go!!!!





Hasta la próxima. 

viernes, 20 de julio de 2012

Tiger Feet, Mud, 1974


Otro día de esos que se me han hecho las tantas y cuarto... así que sin más demora, hay que ponerse manos a la obra antes de que el sueño comience a hacer de las suyas. Y lo hacemos con otra de las bandas que bordearon el lado más macarra del glam rock británico de la primera mitad de los setenta. 

Mud tal vez no eran tan histriónicos como The Sweet o Gary Glitter, pero a armar sarao en el escenario  no les ganaba casi nadie. Su momento de gloria fue breve, ya en los últimos estertores del glam, si bien lo amortizaron perfectamente con catorce singles en el Top 20 entre 1973 y 1976, incluidos tres números uno. 

Con todo, el más celebrado de ellos fue, sin duda alguna, Tiger Feet, no sólo número uno en 1974, si no además el sencillo más vendido en las Islas durante aquel año. Su fórmula era tan tonta como divertida: meter decibelios de rock facilón a punto para cualquier fiesta. De hecho, aún hoy, el tema es uno de los más recurrentes de escuchar de aquellos años en tanto en Gran Bretaña como en el resto de Europa. 

Sin más, aquí os quedáis con esta coña marinera de canción. No os la toméis demasiado en serio. Ya veréis como de esa manera, mola más.  

Mud – Tiger Feet (por Spotify)



Hasta la próxima. 

jueves, 19 de julio de 2012

Get Up, Stand Up, Bob Marley and The Wailers, 1973


Dedicada a todos los que habéis -hemos- estado hoy expresando rechazo a un gobierno que parece cebarse sólo con el más débil. Sobran las palabras. 




Hasta la próxima. 

miércoles, 18 de julio de 2012

New Generation, Suede, 1995


Cumplir años (aunque no cambiaré de cifra hasta septiembre, tranquis) tiene un efecto que, no por más previsible, deja de ser sintomático. Comienzas a hablar de tus grupos favoritos de la época en que salías asiduamente de la misma manera en que tus padres lo hacían en su día de los Beatles o de los Bravos

Vaya. Con lo modernos que eran Blur, Oasis, Pulp, Suede y compañía. Y resulta que, de la noche a la mañana, te das cuenta de que forman parte ya de alguna capa arqueológica cada vez más enterrada. Con todo, te siguen gustando mucho y los ves buenísimos: señal inequívoca de que te vas haciendo viejo -lo que no equivale a ser viejo, por si alguien se piensa que voy a arrancarme con el añejo tango de Gardel. 

En todo caso, me he visto con el impulso de reclamar hoy un pequeño fragmento de aquella música, de aquellas noches de los noventa en Sidecar, Jamboree y demás garitos de la Plaça Reial y aledaños. Lo cual hago con uno de los mejores singles que nunca editaron los Suede, New Generation, último del álbum Dog Man Star

Con un sonido distorsionado y evocador, el tema suponía un magnífico puente entre este disco y su futuro y glamuroso Coming Up, con el que se convertirían en los terceros en discordia tras las bandas de Damon Albarn y los hermanos Gallagher. Como single, llegaría a las puertas del Top 20 británico, sosteniendo el nivel de sus dos sencillos anteriores, We Are The Pigs y The Wild Ones

Mejor paro ya, que tanto recuerdo de grandes canciones me está poniendo melancólico, y esto va de pasarlo bien. Ahí os quedáis con un trozo de mi generación. La nueva generación





Hasta la próxima. 

martes, 17 de julio de 2012

Le quattro stagioni: l'Estate, mov. III, presto, Antonio Vivaldi, 1725


Ya os dije hace tiempo que se mascaba la música clásica en el ambiente, tras varios avisos de sinfonismos varios a golpe de guitarra eléctrica. Pues bien: hoy, mis compañeros de l'Escola Oficial d'Idiomes me han dado pie finalmente a ello tras un café charlando alrededor de las Píldoras (la cosa tenía su puntito, os confieso en petit comité).

Así que inauguramos esta nueva faceta del blog con uno de los grandes entre grandes, Antonio Vivaldi, a sugerencia de Núria. Y cómo no, con sus Cuatro estaciones... y con su Verano, para mayor concordancia con el calendario. Eso sí, me he reservado poner el tercer movimiento, el conocido como La tormenta. No es que llueva mucho ahora, pero de largo es mi preferido de los tres que conforman el 2º concierto. 

¡Un momento! ¿2º Concierto?¿tercer movimiento? ¡Uf, cuánta complicación! En absoluto: me explico. Las cuatro estaciones es una obra publicada en 1725, esto es, a finales del Barroco y vislumbrando ya el naciente Neoclasicismo. Su estructura se componía de cuatro conciertos -uno por estación- donde al verano le correspondía el segundo de ellos. Asimismo, cada uno de los conciertos se dividía a su vez en tres partes o movimientos, que seguían lo establecido de moda por entonces: uno lento (el segundo) flanqueado por dos rápidos (el primero y el tercero). 

Dicho lo anterior, ahora entenderéis el porqué de la inaudita potencia de fuego de la Píldora de hoy. El segundo concierto recreaba un día de verano desde el punto de vista de un pastor en el campo. Pues bien, tras toda una jornada de calor (reflejada en los movimientos primero y segundo) se desencadenaba una tormenta estival, a la que le tocaba cerrar el concierto en forma de tercer y último movimiento. En consecuencia, debía de ser una pieza rápida, muy fuerte, como correspondía a los estándares del momento explicados más arriba. 

La interpretación que os dejo es una de las más celebradas de cuantas se han grabado de Las cuatro estaciones: la que hizo el violinista británico Nigel Kennedy en 1989 junto a la English Chamber Orchestra. Aquel disco llegó a colocar -atención- nada menos que dos millones de copias y se convirtió en una de las grabaciones de música clásica más vendidas de todos los tiempos. 

Quedan, pues, formalmente inauguradas las Píldoras clásicas. 

PS: estoy convencidísimo que el tema de hoy también hubiera sido del agrado de un melómano clasicista como lo era el malogrado teclista de los Deep Purple, Jon Lord. DEP.



Hasta la próxima.

lunes, 16 de julio de 2012

If You Wanna, The Vaccines, 2011


Todos los que me conocéis más o menos sabéis de mi gusto por los planes... y de mi mayor gusto por deshacerlos improvisando algo en el último momento, siempre y cuando los mejore. En lo que nos respecta hoy, un modesto lunes, eso ha supuesto que, en el mismo momento en que iniciaba la redacción de la Píldora, se ha decidido ir al cine. Y como dan una del Sacha Baron Cohen, El Dictador, pues eso, que me voy a verla. 

Claro, eso supone que hoy las cuatro rayas del post se quedarán en dos, y escritas a toda velocidad. En todo caso, dejo asegurada la (buena) música. Hace muy poco, descubrí a estos londinenses -The Vaccines- precisamente con el tema que tenéis delante, If You Wanna, y me pareció francamente bueno. Pop indie bastante fresco pero, eso sí, bien cargado de guitarras a la manera tradicional británica. En algunos pasajes, hasta me recordaban a mis bienamados Stone Roses, fijáos lo que os digo. 

Espero que os guste. Y ya os diré que tal la peli... tranquilos, no os contaré el final, aunque creo que es lo de menos con Cohen por medio. ¡Nos vemos!




Hasta la próxima.

domingo, 15 de julio de 2012

Rock and Roll en la plaza del pueblo, Tequila, 1978


No por previsible voy a dejar de poner la Píldora de hoy... en el que es el último día de las Fiestas Mayores de Calafell Pueblo, a las que un servidor asiste devotamente. A pesar de que vivo en la Playa, no es plan de dejarlas pasar de largo, ¿no?

Como sea, cumplen perfectamente con los cánones de toda fiesta mayor: vecinos divirtiéndose, buen ambiente y, por supuesto, música en la plaza del pueblo. Que a menudo no es precisamente rock and roll, ciertamente, pero cuando uno está por la labor de pasar un buen rato entre amigos bien da lo mismo. 

En todo caso, antes de volver a subir el camino del pueblo, os dejo con el himno más rockero jamás escrito a una Fiesta Mayor. Espero que hoy, antes de acabar todo, alguien tenga la sensibilidad de tocarlo o pincharlo. Espero. 

PS: Huy, me iba ya sin hablar de la música. Rock and roll en la plaza del pueblo abría el primer álbum de Tequila, Matrícula de honor, y fue todo un revulsivo entre los sinfonismos varios que por entonces campaban por el país. Sonaban a Rolling Stones en estado puro: su espíritu desenfadado fue una especie de adelanto de lo que sería la Movida en la capital del Reino dos años después. Naturalmente, el tema inmediatamente se convirtió en un éxito y en un referente del pop español. 

Y ahora sí, me voy para la plaza del pueblo. 




Hasta la próxima. 

sábado, 14 de julio de 2012

Volunteers, Jefferson Airplane, 1969


Los años sesenta, especialmente su recta final, es uno de los momentos más interesantes del siglo XX. Su revolución no lo fue sólo en lo cultural, si no también en lo político y social. Indudablemente, su juventud sentó las bases para las décadas posteriores en dichos aspectos. 

Pues bien, Volunteers es uno de los temas más combativos de los muy combativos finales de los sesenta. Su letra -instigando abiertamente a hacer la revolución en todos los sentidos- junto a un ritmo rabioso, convirtieron a la canción no sólo en un referente obligado de los Jefferson Airplane, si no incluso en uno de los iconos del momento. Por supuesto, también ayudó el hecho de que la banda lo interpretara nada menos que en Woodstock, en aquellos tres días de paz, amor y música. 

Con el tiempo, Jefferson Airplane rebajaría enormemente su audacia revolucionaria hasta convertirse en una tranquila banda de pop adulto. Incluso terminaría cambiando el nombre del grupo en un esfuerzo (recompensado) por ganar en ventas aún más si cabía. Pero para entonces, ya habían dejado su huella en la banda sonora de una sociedad cambiante a toda velocidad. 

Para acabar, debo reconocer que no había visto hasta ahora este clip. Y al verlo, me ha sido imposible reflexionar en todo lo que nos está sucediendo estos días a nivel económico y social. Da que pensar, ¿no?




Hasta la próxima. 

viernes, 13 de julio de 2012

Alive, Pearl Jam, 1991


Tras más de 1.050 Píldoras parece que casi todo esté puesto ya, empezando por los grupos y cantantes que aparecen por aquí. Sin embargo, acabamos de ver en pocos días como no hay nada más lejos de la realidad: hasta esta semana nombres como The Rolling Stones (por cosas mías) o The Supremes (por mero despiste) no se habían publicado aún. Así que imaginad lo que falta en nombres de menor fama.

Otro de los grandes que aún no habían recibido bautismo pildorero son los Pearl Jam. Y, cómo no, de nuevo se trata de un fallo del sistema: otro despiste más. Por suerte, todos los que visitáis el blog por primera vez os lo miráis con un cariño tremendo y me apuntáis estos boquetes en la línea de flotación. Por lo tanto es momento de subsanar con urgencia el entuerto y de dar las gracias a Roser, que me lo ha indicado esta misma mañana. 

Así que vamos al lío. El tema escogido de hoy tiene la particularidad de ser el primero de la carrera de la banda de Seattle. Alive fue lanzado con apenas semanas de diferencia respecto al pistoletazo de salida del grunge que fue Smells Like Teen Spirit, de sus convecinos de Nirvana. Sin embargo, quedó un tanto a la sombra respecto al tema de Cobain y compañía. En primer lugar, porque aún recordamos todos el tremendo bombazo de Nevermind -que llegó a eclipsar al mismo Michael Jackson- y en segundo lugar, porque el primer sencillo de Pearl Jam fue lanzado originalmente sólo en Gran Bretaña. 

No obstante, en las Islas tuvo muy buenos resultados. El grunge acababa de explotar y evidentemente Alive se benefició de ello más allá de su indudable calidad musical. Pocos meses después, el single se lanzó al resto del mundo y supuso el inicio de una carrera totalmente exitosa durante dos décadas. Como apunte estrictamente musical, su solo de guitarra está considerado uno de los mejores de la música rock. 

Así que desfecho el entuerto, que decía Don Quijote. Espero que me sigáis ayudando a encontrar nuevas ausencias ilustres: por lo menos, la de hoy, queda cubierta. 



Letra de la Píldora. 

Hasta la próxima. 

miércoles, 11 de julio de 2012

Paint It, Black, The Rolling Stones, 1966


"No sé que pasa que lo veo todo negro" es probablemente la sensación más común entre millones de españoles hoy tras el último y quién sabe si definitivo giro hacia la catástrofe económica en manos del Gobierno de la nación. Me gustaría opinar de otra manera, pero como economista que soy, francamente, no se me ocurre ningún argumento a favor de las medidas que en breve todos y cada uno -excepto enchufados y demás ralea- vamos a padecer. 

Por lo demás, y entrando en lo estrictamente musical, la frase inicial del post corresponde a la letra de la versión en castellano que Los Salvajes hicieron en 1966 del absolutamente glorioso tema de hoy, con el que los Rolling Stones remacharon su popularidad en todo el planeta. 

En la coloreada y psicodélica primavera de aquel mismo año chocaba un tanto una canción tan oscura como Paint It, Black, aunque ello no supuso ningún problema en su camino hacia el número uno. Su brutal ritmo de batería, su omnipresente sitar y la voz de Jagger convirtieron a la pieza en todo un bombazo del que inmediatamente salieron múltiples versiones, entre ellas la mencionada de Los Salvajes en versión castellana. 

Por cierto, seguro que muchos lo estáis pensando: por fin este sujeto (o sea, yo) se ha decidido a poner a los Stones. La verdad es que me gustan tanto como al que más, y tengo varios discos de ellos. Pero -cosas- durante un tiempo se me cruzaron y no por nada que tenga que ver con lo estrictamente musical. En todo caso, tonterías fuera, aquí están y han llegado para quedarse y aparecer en más ocasiones. Estoy convencido de que mi amigo Fernando, en cuanto lea esto, dará un bote de alegría, adalid como es desde hace la tira de tiempo de su inclusión inmediata en el blog. 

Terminando con el asunto del primer párrafo, más vale que nos espabilemos si queremos ponerle color a la cosa y no dejarla más negra que la noche. Porque es evidente que lo que no hagamos nosotros por nosotros mismos, no lo van a hacer estos tipos que se hacen llamar impropiamente gobernantes de España. 

Ladies and Gentlemen, The Rolling Stones. 




Hasta la próxima. 

martes, 10 de julio de 2012

You Don't Mess Around With Jim, Jim Croce, 1972


A veces, las apariencias engañan mucho. Si uno escucha el tema de hoy, parece hecho por un sureño de pura cepa, de esos de melenas desgreñadas, patillas y muchas banderas de la Confederación. Y no sólo por el estilo: la historia de un timador de billares llamado Big Jim que acaba siendo asesinado por otro elemento de su misma calaña procedente de Alabama suena realmente a profundísimo Sur. 

Sin embargo, nada en su autor hacía prever una canción como ésta. Para empezar porque era de ascendencia italiana, como vimos hace unos meses cuando el bueno -y malogrado- de Jim Croce protagonizaba su primera Píldora. Su aspecto (entre nosotros, es clavadito a Super Mario, si me dejáis la frivolidad guasona), su apellido ("Croce" es "cruz" en italiano) y su procedencia absolutamente yanqui, a caballo entre Filadelfia y Nueva York, eran la peor pista posible para adivinar una canción como You Don't Mess Around With Jim

Pero ahí estaba y, de hecho, el cantautor se estrenaba con ella en el mundillo musical allá por julio de 1972, hace ahora exactamente 40 años. Lo hizo de una manera espectacular: el tema se coló en el octavo puesto del Billboard y abrió una carrera meteórica que se truncaría apenas año y poco después con la muerte de Croce en un accidente aéreo. 

Así que no hagáis mucho caso al título de la canción: os aseguro que es una buena idea perder el tiempo con Jim. 




Hasta la próxima. 


lunes, 9 de julio de 2012

Stop! In The Name of Love, The Supremes, 1965


Píldora brevísima por el mismo motivo por el cual no hubo ayer: no me fío de la conexión de Internet, que hace 24 horas me dio el salto y hoy va a ratos de lo más inquietante. Así que rápido y al trapo. 

Stop! In The Name of Love es uno de los numerosos megahits que las Supremes -las originales de verdad, no las de Móstoles- se marcaron a lo largo de los años sesenta. Y de los grandes: llegó al número uno en la primavera de 1965 desbancando nada menos que al Eight Days a Week de los Beatles. ¿Que si lo conocéis? Dadle al play, y ya veréis...

Os dejo ya. Voy a darle al botón de "publicar" encomendándome a todo lo divino y humano para que la conexión funcione. Y que sea lo que Dios quiera. 




Hasta la próxima. 

sábado, 7 de julio de 2012

Dont't Bring Me Down, Electric Light Orchestra, 1979


Renovarse o morir es una máxima que tiene validez en todos los ámbitos posibles y, cómo no, también en lo musical. El final de los setenta y los albores de los ochenta hicieron replantearse a muchas formaciones un cambio de estilo natural en tanto la new wave y el pop de sintetizadores estaban copando todas las listas de éxitos. Sólo de esta forma puede entenderse el porqué de un tema como Don't Bring Me Down en la discografía de la ELO, bastante diferente a lo que la banda de Jeff Lynne había hecho hasta entonces. 

Porque aunque el clip aún muestre a unos tipos melenudos setenteros, incluso con algún mostachón trasnochado, la Píldora de hoy suena mucho más a los ochenta que a los setenta, desde luego. Un sonido que implicó varios giros significativos también en la forma de grabar. 

Para empezar, por primera vez desde sus inicios, la ELO lanzó un tema sin la omnipresente sección de cuerdas, su gran marca distintiva hasta entonces. Por el contrario, potenció los sintetizadores y hasta utilizó un sampleado para el ritmo de batería. De hecho, ni siquiera puede decirse que la canción se grabara a la manera tradicional de una banda: al ritmo pregrabado, Jeff Lynne casi en exclusiva añadió la voz y el resto de instrumentos aprovechando toda la tecnología de estudio disponible en el momento. 

Por supuesto, la letra también era suya, incluyendo el famoso "Bruce" del estribillo... que no era tal "Bruce", si no una palabra que se había inventando -"Grooss"- con un par. Eso sí, como todo el mundo entendió que decía lo primero, al final el propio Lynne acabó medio en coña diciendo "Bruce" en los escenarios.

Y por qué no, llegados a este punto os confieso una cosa: hasta hacer este post, yo mismo estaba seguro de que decía... pues sí, "Bruce". Aunque visto lo visto, al final mi inglés no va a ser tan malo como pensaba.




Hasta la próxima.

viernes, 6 de julio de 2012

Can't Seem to Make You Mine, The Seeds, 1965


La Píldora de hoy es una pieza de difícil clasificación musical, por más que se trata de uno de los temas más carismáticos de los años sesenta. Sus autores, The Seeds, apenas serían recordados con el tiempo por este y por otro tema más, pero fue suficiente para que dejaran su particular huella en la historia del rock. 

Can't Seem to Make You Mine es una brilliante mezcla de rock de garaje, psicodelia, y hasta toques surf marcados por la peculiar voz amarga del cantante del grupo, Sky Saxon. Sin embargo, hacia 1965, cuando fue lanzado, no obtuvo más que un cierto éxito local en California. 

Tuvo que esperar hasta 1967 para tener un mayor reconocimiento en las ventas, y tan sólo después de que otro tema de la formación, Pushin' Too Hard, se colara en las listas en 1966. Esto hizo que se replanteasen volver a editar Can't Seem to Make You Mine, con unos resultados -ahora sí- mucho mejores. No deja de tener cierta gracia que la canción triunfara ya en plena explosión psicodélica, dejando entrever que, en cierto modo, en su momento se había adelantado a su tiempo. 

En definitiva, rock clásico del que no caduca: antes bien, del que con el tiempo, como los buenos vinos, ganan en valor. Nos vemos. 




Hasta la próxima. 

jueves, 5 de julio de 2012

Mambo Sun, T.Rex, 1971


En cuanto los más avisados hayáis visto la portada de la Píldora de hoy, seguro que habréis reconocido en ella a uno de los álbumes más imprescindibles de la historia del rock: Electric Warrior. Aunque probablemente, muchos otros al ver el post habréis mascullado "ya está otra vez el tío pesao este con los T.Rex"... y la verdad es que ambos todos tenéis razón. El disco es bueno y yo soy el matraca de Bolan y compañía. 

Así que hechas las presentaciones pertinentes, he optado por seleccionar hoy una canción que nunca fue single pero que, de alguna forma, está totalmente en la memoria de aquellos que en su día -o después- adquirimos Electric Warrior. Y es que Mambo Sun era el tema que lo abría, con su ritmo machacón y sus inconfundibles acordes "T.Rex". 

Tras este tema, se abría una colección de canciones que resumían perfectamente el sonido con el que el glam rock iba a triunfar durante los dos años siguientes. El resultado fue tan redondo que ni siquiera el propio Bolan llegaría a superarlo después. El LP The Slider sería una continuación digna, pero Tanx comenzaría a evidenciar síntomas de evidente agotamiento del modelo. 

No obstante, en 1971 todo esto quedaba en el futuro, y lo que uno se encontraba cuando ponía la aguja en la cara A del disco era el hipnótico Mambo Sun. Tras él, era imposible resistirse al resto del disco... o al menos, hablo por mí la primera vez que lo escuché entero allá por 1990, más o menos. 

Antes de terminar, ahí dejo un apunte de la calidad de la música más vendida a finales del 71 y principios del 72: el álbum que precedió a Electric Warrior en el número uno británico fue nada menos que Led Zeppelin IV. El que lo sucedió, el Concierto para Bangladesh de George Harrison. Sacad vuestras propias conclusiones. 




Hasta la próxima. 

miércoles, 4 de julio de 2012

Next To Me, Emeli Sandé, 2012


Tras la patada en los bajos de la Píldora de ayer, cruda y underground como ninguna, creo que es buena idea aligerar un poco el tercio. Eso sí, no nos movemos de 2012: que nadie pueda decir que aquí no nos fijamos en la música del momento. Al menos, en la buena. 

Next To Me es un magnífico tema soul -lo que para mí supone clase y poderío sin el recurso al gorgorito fácil- de la mano de la británica de ascendencia zambia Emeli Sandé. Durante la primavera de 2012, se convirtió en todo un éxito rotundo, si  bien en España pasó ligeramente más desapercibido que en otros lugares de Europa. 

Sandé es uno de esos talentos que, cada poco tiempo, suelen aparecer para dar un poco de pátina a la música pop, tan necesaria en los tiempos que corren. De hecho, Next To Me es el tercer single de la carrera de Sandé, pero para el momento de su lanzamiento, la cantante ya había compuesto temas para gentes como Susan Boyle o Leona Lewis. 

Ya veis, una pequeña joya de hace apenas dos días con la que espero dejaros con mejor cuerpo que ayer. Seguro que dormiréis algo mejor.




Hasta la próxima. 

martes, 3 de julio de 2012

Hey Jane, Spiritualized, 2012

¿Quién dijo que el underground estaba muerto en pleno tsunami de corrección exquisita? Lo que vais a escuchar hoy es pura Velvet, y con una historia que recoge como pocas aquel submundo propio del lado salvaje de la vida

Habréis comprobado que no me enrollo demasiado en esta ocasión. Tiene una simple explicación: quiero que os centréis en el clip. Si no salís sobrecogidos, me lo contáis. Y queda pendiente hablar de los Spiritualized, por supuesto.




Hasta la próxima.

Let's Work Together, Canned Heat, 1970


Una canción, dos títulos y millones de dólares. Este podría ser el resumen del tema de hoy, el cual se hizo tremendamente popular en la versión que los Canned Heat se marcaron a lo largo de 1970. 

Y digo dos título porque, originalmente, no era como el que podéis leer presidiendo el post. Let's Stick Together era una vieja canción de Wilbert Harrison editada con muy poco éxito nada menos que en 1962. Siete años más tarde, el propio Harrison volvería a regrabar la pieza, esta vez despertando mucho más interés por parte del gran público. Eso sí, hizo varios cambios respecto a su propia versión original, y uno de ellos fue el título, que pasó a ser Let's Work Together

En aquel mismo instante, los Canned Heat se propusieron hacer su propia interpretación, en un estilo de blues duro y pesado, pero tremendamente efectivo. Sin embargo, prefirieron esperar a 1970 para lanzar el single, esperando a que la nueva versión de Harrison empezara a aflojar en las listas. 

Y la jugada les salió redonda: las ventas de Let's Work Together fueron millonarias, con varios números uno a sus espaldas. Hubo que esperar otros seis años más a que un británico volviera a rescatar la canción -esta vez con su primer título original- para relanzarla de nuevo al estrellato. Era Brian Ferry, pero esa ya será historia para otro día.

PS: la versión del clip es buena, pero si queréis ver cómo se las gastaban de verdad, pinchad la de Goear, tal y como aparecía en el single de 1970.




Hasta la próxima. 

domingo, 1 de julio de 2012

Me gusta el fútbol, Melendi, 2006


La verdad es que no me gusta el fútbol, ni mucho, ni poco, ni nada... más allá de algunos momentos momentos puntuales en los que, de repente, parece resurgir momentáneamente la pasión por la mayor de las aficiones. Como es el caso de hoy, naturalmente. 

Porque gane quien gane o pierda quien pierda, la verdad es que si hay un momento impagable es aquel de sacar patatas, cervezas y demás arsenal justo antes de empezar un partido.Y claro, ya puestos, se suele aprovechar el épico despliegue gastronómico para ver el encuentro. Se suele. 

Así que voy presto a echar mano de todos los arreos para cubrir hasta el último centímetro de la mesita de delante de la tele: ya veis que para un servidor, aquí es donde está la esencia del fútbol.     




Hasta la próxima.