jueves, 20 de septiembre de 2012

Ernie (The Fastest Milkman In The West), Benny Hill, 1971


Efectivamente, habéis leido muy bien arriba: ¡Benny Hill! Pero por Dios, ¿éste hombre es merecedor de disponer de una de nuestras Píldoras? Desde luego que sí. Dejadme explicaros. 

Los setenta fueron una década un tanto peculiar en muchos aspectos, entre ellos el musical. En ella, convivieron estilos como el heavy metal, el pop más ramplón, el glam rock, la música disco, el rock sinfónico, el punk, el techno... pero también hubo sitio para auténticas curiosidades que, vistas desde nuestra óptica (tal vez cargada de algunos prejuicios más), podrían considerarse lisa y llanamente frikis. Pensad si no en las listas españolas, que junto a Triana o a Serrat podían acoger a Fernando Esteso o a La Charanga del Tío Honorio, sin ir más lejos. 

En Gran Bretaña, este fenómeno no fue ajeno. Uno de estos nombres "extraños" al pop y rock reinante que se colaron allá fue nada menos que Benny Hill. Éste llevaba haciendo desde 1951 su famosísimo show, el mismo que vimos en España ya en los setenta y ochenta en el célebre formato de gags con chavalas en pelotas, un señor mayor calvo y al propio Hill entre otros corriendo a cámara rápida al ritmo del antiguo hit de 1963 Yakety Sax.

Uno de los personajes más famosos de Benny Hill era el lechero Ernie, el cual tenía una guerra personal con el repartidor de pan del barrio por atraerse los favores de una vecina. A decir verdad, la elección de un lechero no era gratuita: el propio actor lo había sido durante su juventud para ganarse la vida y, en cierto modo, con este personaje contaba alguna de sus experiencias personales.

En 1970 interpretó por primera vez el tema de hoy en su show y, al año siguiente, decidió lanzarlo como single. Contra todo pronóstico -se trataba de una pieza claramente de vodevil- se infiltró entre los distorsionados hits glam rock que arrasaban en las listas británicas, y alcanzó nada menos que el número uno a finales de 1971 ¡durante cuatro semanas! De facto, se convertiría en la canción de las navidades de aquel año, ahí es nada. 

¿Os imaginais algo así ahora?





Hasta la próxima.

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